Donald Trump no tiene componte. Llamó loca a una periodista y asqueroso a The York Times. Y aun así el hombre tiene posibilidades de ganar las elecciones.
Los viejos perredeístas solo tragan en seco al ver que los han dejado fuera en las designaciones en el Gobierno. Ni Miguel los ha tomado en cuenta.
Aunque por ahora lo que predomina es la elección de los miembros de la JCE, la criminalidad ha rebrotado con fuerza. Son muchas las víctimas de la violencia.
A los agentes policiales no es les ocurrió ni por asomo reprimir la protesta de sus familiares en demanda de mejoría salarial para ellos. ¿Y si fueran otros?
Si los funcionarios no cumplen con la declaración de su patrimonio, como manda la ley, el Presidente no tiene más que destituirlos. ¿O acaso no saben que deben hacerlo?
El retiro de la oposición del diálogo coordinado por Agripino complica más la elección de los miembros de la JCE. Aunque el problema sea el que todos conocen.
El exvicepresidente Rafael Alburquerque ha planteado inquietudes al afirmar que personas probas, íntegras e imparciales serán designadas en la JCE. Es lo que se desea.
El escritor Mario Vargas Llosa recibió su premio Pedro Henríquez Ureña, se justificó como pudo y las aguas parecen volver a su nivel. ¿O todavía falta más?
Se informó que el Presidente y la vicepresidenta habían cumplido con la declaración, pero no se especificaron sus bienes. Tal vez un desliz.
El Aedes aegypti, el mismo que causa el dengue, el zika y sabrá Dios, ha agregado otra enfermedad: el virus “mayaro”. ¡Cómo rinde el insecto! ¡
