Vivir en paz es lo que aspira la ciudadanía dominicana, y… el presidente Danilo Medina se ha comprometido a devolver la tranquilidad y el sosiego que nos merecemos. Esa garantía de seguridad significa encontrar las verdaderas causas de la delincuencia a través de estrategias inteligentes y la inevitable integración de toda la población como un objetivo común, el Poder ejecutivo necesita desarrollar su Plan Nacional de Seguridad con carácter de urgencia para eliminar el miedo que se apodera de la gente.
Los asaltos, los homicidios, las innumerables maneras de robos y la criminalidad en múltiples formas han creado una incertidumbre en los 4 puntos cardinales del país.
Repito, hay que aplicar normas democráticas, inteligentes, estrictas, y drásticas que detengan este caos insoportable que se genera para angustia de todos.
Ojalá el nuevo plan no se convierta en otro modelo de ineptitud.
Sé que resulta difícil la enorme tarea de las autoridades.
Existen muchos obstáculos, los cuales hay que enfrentar para lograr seguridad frente al desborde de la delincuencia. Se requiere calcular el más mínimo detalle.
Controlar el riesgo y la alta peligrosidad que vive la sociedad actual, en estos momentos, depende del factor seguridad.
El Estado tiene la obligación de ejecutar rápido, con medidas efectivas lo suficiente mecanismos de protección para desterrar el temor que provoca esta situación y en consecuencia, que arremeta contra los males que aquejan a la sociedad y su conjunto.
Así no quisiera pensar que fracase el anuncio contundente del presidente Medina el pasado 22 de marzo con la asistencia de su gabinete en pleno. ¡Guerra sin cuartel a la delincuencia! ¡A trabajar sin descanso!
