Opinión

PRECISAMENTE

PRECISAMENTE

El rol de las políticas económicas es claro. El estado es responsable, en una sociedad democrática, de garantizar el  acceso a alimentación, salud, educación, oportunidades de trabajo. Se impone buscar salidas a esta situación que, por fracasada, es intolerable.

Tras este cuadro, una reforma que desata todo tipo de temores, provoca grandes equilibrios en el desarrollo afectivo y psicológico, y en la formación de valores, en una sociedad que depende de la familia, institución con enorme peso en el desempeño institucional.

Con el avance de la pobreza y la tensión extrema, en numerosos casos hay una ”implosión”: la familia se rompe, se destruye. Es absurdo pensar que hay o habrá respuesta única.

La gente precisa claridad y explora las nuevas realidades que le dan forma a la nueva lógica de la economía para quienes entienden que están a punto de decidir un cambio de rumbo con la reforma, no la reforma fiscal en sí, necesaria sin lugar a dudas, sino, la reforma tributaria de tipo progresivo que se quiere aplicar, cuyo impuestos serán transferidos irremediablemente al pueblo.

Hay que abordar los desafíos y encontrar otro punto de partida, no el de la incertidumbre con datos incompletos. Esto se desprende de los sucesos de la historia. Existen incontables alternativas para crear dinero, alcanzar rentabilidad con estabilidad, presencia competitiva y eficiencia operacional, en un mundo ambiguo, imperfecto, insisto, con datos insuficientes por una economía volátil.

Dejo al libre albedrío del lector las expectativas de falsos profetas para hacernos ver las cosas como quieren que sean. Simplemente, se está dando una hipótesis a confirmar.

Si lo urgente supera lo importante, eso se pagará caro, porque no será una carrera de 100 metros, sino, un eterno maratón.

¿Cómo superar la supervivencia del día a día? Hay que estar alerta…

El Nacional

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