Opinión

PRECISAMENTE

PRECISAMENTE

Hay claros indicios de una reacción inmediata de la comunidad sobre el crimen y la violencia, porque nadie discute que las personas tienen derecho a defenderse. El ciudadano ha comenzado a dar respuesta a los maleantes. Solo se espera que las autoridades tomen un verdadero control con resultados verificables.

Sin embargo, en las últimas horas se han multiplicado los acontecimientos, lo que acumula desesperación  temor, pánico e incertidumbre. Pero se ha producido un cambio sorprendente por la carencia de protección.

Ya hay personas que confrontan a estos criminales, porque hay quienes han comenzado a tomar la justicia con sus propias manos, lo que genera una inusitada simpatía y admiración, como pasó hace unos días… Puedo afirmar, que algunos medios de comunicación se hicieron eco de esto.

Es incuestionable que la sociedad está dispuesta a enfrentar el peligro, porque parece que se desborda, ante la incapacidad a los que no tienen la forma de frenar lo que sucede a cada momento, en cualquier lugar sin importar la hora.

Crece la inquietud de que aquí se aplique el “ojo por ojo, diente por diente”. Y, en vez de mejorar, la situación empeore. Con urgencia se precisa frenar esta delincuencia que nos acorrala, para evitar una escalada que podría dispararse y hasta salir de control, lo que daría pie a la intensidad de lo que nos desgarra actualmente. El equilibrio emocional, la formación de valores y la adquisición de una cultura de mutuo respeto, son elementos indispensables.

Todo depende de la familia, esa institución decisiva en la vida y de gran peso en el desempeño institucional y macroeconómico de los países  Sí, esta célula tan importante ahora está seriamente en peligro. Crea tensión la inseguridad en que se vive, por el avance de la descabellada violencia.

Es hora de decisiones concretas.

El Nacional

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