Existen momentos de justicia. Existen momentos de honradez. Hoy se destrozan reputaciones por conveniencia política. La justicia no existe; como no existe la honradez. Lo que nos protege no es el sentido de justicia o de honradez, sino nuestro sentido de humanidad.
El término ”justicia” procede del sustantivo latino derivado a su vez de Jus (derecho), y está emparentado en su raíz con voces como ”ajustado”, ”justillo”, ”justificar”, ”justipreciar”….
”La ley por sí sola no basta, por consiguiente, el orden no se perpetúa por sí mismo”.
El país está situado en un terreno cuyos argumentos jurídicos casi siempre son interpretables. Y tan compleja panorámica, genera desconfianza. Cuando la justicia depende del criterio de quienes juzgan, lo que resulta justo para algunos, puede que no lo sea para otros…
La sociedad mundial es extraordinaria comunidad en la que todo está interconectado y cuya evolución depende de la conducta recta de cada uno. Se ha dicho que el principio fundamental de una sociedad saludable esta en: la justicia, la libertad, la verdad, moderación de sus costumbres e igualdad. No obstante, sería interesante saber si el lector puede decir sinceramente, si conoce a alguien absolutamente justo. Si juzgamos a esa persona, jamás la encontraríamos, nos pasaría como a Diógenes, porque al igual que no existe la honradez absoluta, tampoco la justicia absoluta. Tanto un criterio como el otro, son relativos.
Así, la vía de la profundización democrática debía expresarse con mayor claridad.
Justicia es el equilibrio entre dos partes con facultades reciprocas, es una exigencia inevitable de dignidad y respeto por el derecho a la libertad.
