Opinión

Precisamente

Precisamente

Agradable o desagradable

Hoy, la gente está cambiando su manera de ver el mundo. La existencia humana es, en sí, muy clara: interpretamos lo agradable y lo desagradable.

Es una fuerza elemental en si misma, la aceleración del cambio en nuestro tiempo provoca un impulso, que implica, consecuencias psicológicas, sociológicas, económicas, políticas y personales.

Desafiar la adversidad nos confiere una fortaleza que nos capacita para entender de mejor forma la desesperación que produce la obtención de algo que sabemos que existe y que revela lo inmanifiesto de lo manifiesto.

Cuando nos envolvemos en fantasías, perdemos la capacidad de darnos cuenta de la realidad, interferimos en nuestro desarrollo. De manera que luego se convierten en decepcionantes momentos.

Existe tanta similitud entre la vivencia agradable y la desagradable, que impide establecer diferencia entre una cosa y la otra ya que con frecuencia nos encontramos en actos de nuestra cotidianidad donde nos confundimos.

Entonces, se transforman en sentimientos de culpa que nos alejan unos de otros y nos creemos indignos de la felicidad, porque hay personas que sufren hambre, enfermedades, y la insensatez de la destrucción del medio ambiente en el ámbito humano.

Esas fantasías que crean dificultades requieren de una gran inversión de energía y valor personal para enfocar con atención, dónde, cuándo y cómo se inicia el desafío que representa la búsqueda de respuesta a la realidad que nos permitirá el equilibrio de discernir entre lo agradable y lo desagradable y así, tranquilizarnos ante la vida para actuar de una forma más segura. ¡Somos una manifestación de Dios! Nos sentimos desagradablemente humanos cuando nos alejamos, por voluntad, del poder agradable que tenemos para cambiarnos a nosotros mismos.

El Nacional

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