Opinión

Prensa e internet

Prensa e internet

(I)
La era digital suponía el fortalecimiento de la transparencia y la disponibilidad de la información, se esperaba que sería el momento donde líderes políticos, sociales y económicos se verían forzados a dar la cara con mayor cuidado y honestidad a un público más informado, hoy sabemos que ese boom no existe ni existirá. En mundo donde las personas y los eventos noticiosos se conectan sin la intermediación de medios de comunicación tradicionales, es imperativo que la prensa tenga un rol distinto al que hasta ahora ha venido asumiendo.
En el internet, la diferencia entre una página de “noticias” hecha por dos tipos en un sótano inventando titulares y reportajes de fantasía, y la de un medio con docenas de periodistas investigando y verificando hechos, no es tan palpable para el lector promedio como otrora lo era distinguir entre un periódico y un panfleto.

En efecto, para una sensible cantidad de personas que consumen noticias por las redes, no son tan perceptibles las diferencias entrehttp://www.usatoday.com (un diario de Estados Unidos con 34 años de fundado, reconocido mundialmente por su imparcialidad) y, por ejemplo,http://www.americannews.com (una página sensacionalistas con noticias mayormente inventadas).

La realidad es que la plataforma digital dificulta usar los indicadores que tradicionalmente se tenían sobre la credibilidad de los medios impresos. En su momento si se veía una noticia que parecía medianamente plausible rodeada de titulares sobre “el niño vampiro” o sobre “ritos satánicos”, uno podía hacer la sana presunción de que la noticia “plausible”, al igual que todo lo que le rodeaba, era falsa.

Pero hoy en día no se comparten revistas o tabloides, ni siquiera hojas o recortes; en las redes se comparten noticias individuales, y, para el lector no habituado al mundo digital, todas lucen tener el mismo mérito indistintamente de si es periodismo real o “troll”.

Más aún, los titulares sensacionalistas que una vez los medios tradicionales usaban para aumentar sus ventas hoy se han revertido en su contra. Si bien el periodismo medianamente decente usaba los titulares sensacionalistas para agregar “color” a noticias reales y trataba de mantener su reporte alrededor de los hechos, los medios especializados en “noticias” chatarras no están atados a los hechos o a la verdad. Es difícil competir por la atención del público contra una noticia falsa que puede ser titulada de la forma más absurda imaginable con tal de atraer “clicks”.

Diferenciar lo real de lo falso ha sido parte del uso del internet desde sus inicios, sea investigando para trabajos del colegio o para ver la foto desnuda de su celebridad favorita. Hoy le toca el turno a las noticias.

Millones de dólares en publicidad se hacen diariamente en la industria de las noticias falsas, en competencia directa con los medios que transmiten las noticias reales.

Los medios de comunicación no pueden seguir contando en que su popularidad y reconocimiento en el mundo real se van a traducir al mundo virtual, y deben evolucionar para crear el indicador de credibilidad que antes servía a los lectores en los periódicos y revistas. La demanda por la verdad en el mundo virtual es sumamente alta, pero ¿Quién está vendiendo?

El Nacional

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