SANTIAGO. El Arzobispado de aquí mostró su preocupación por las condiciones de vulnerabilidad en las que viven miles de familias dominicanas, situación que resalta se agrava entre los más pobres cuando se producen fenómenos de la naturaleza.
Señala que los datos ofrecidos por el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) sobre las consecuencias de las lluvias registradas en los últimos días, hablan de una realidad que merece atención inmediata.

Las consideraciones las emite el Arzobispado a través del editorial del próximo domingo del semanario Camino, su vocero escrito, que con el título de “Nuevos damnificados”, enfoca ese problema social.

Recientemente el COE dio a conocer que en los días recientes se produjeron más de 17 mil desplazados, tres mil viviendas afectadas, 75 comunidades incomunicadas, carreteras, puentes y acueductos destruidos. Subraya Camino que el saldo dado oficialmente a conocer “es de calamidad, sobre todo para algunos pueblos, como San Cristóbal, Barahona, y los habitantes del Bajo Yuna”.

Estima que, ante esta nueva situación, se hace urgente la asistencia oportuna de los sectores público y privado y que frente al desborde de los ríos, que se multiplique la solidaridad, todos pueden aportar.

Camino dice esperar que los nuevos damnificados “no corran la misma suerte de otros que han sufrido catástrofes similares y llevan años aguardando la ayuda que cambie su calamidad en días luminosos para siempre”.