Opinión

Presencia economica

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Acuerdos regionales

 

¿Podría afirmarse que la concertación de acuerdos regionales entre los Estados está postergando el escenario de las negociaciones multilaterales en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) dando paso a nuevas formas de mecanismos integracionistas?

En los archivos de la OMC reposan más de 585 acuerdos comerciales regionales suscritos durante los últimos 25 años, en tanto que más de 130 países forman parte de negociaciones regionales en materia de inversión, atenuando notablemente el interés por acuerdos económicos bilaterales.

Estados Unidos apuesta a la concertación de nuevos acuerdos regionales fuera de su influencia continental para posarse sobre la geografía económica asiática y de Europa. Washington parece decidido a situarse dentro de los esquemas de integración asiáticos con el evidente propósito de minar la ascendencia de China sobre los países asiáticos y también sobre el mundo emergente al que pertenece Rusia.

Pensemos en el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP) y el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés). En el primero Estados Unidos pretende articularse con las economías asiáticas (exceptuando a China), en tanto que en el segundo lo haría con la Unión Europea.

El TTP sumaría a 12 países que representan un tercio del comercio mundial y cerca del 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial – valorado en unos 62 billones de dólares- en tanto que en el TTIP concentraría a poco más del 50 por ciento del comercio global con una riqueza material creada por encima de los 32 billones de dólares.

En el caso concreto de la región latinoamericana y caribeña conviene destacar los esfuerzos por conformar esquemas de integración económica que contribuyan a conjugar esfuerzos y voluntad política para avanzar en la creación de instrumentos institucionales que estimulen los intercambios productivos, comerciales y financieros entre las economías del área. Pero en esa materia se requiere de mejores resultados…

Durante décadas hemos observado el accionar de entidades como la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), Sistema de Integración Centroamericana (SICA), Comunidad del Caribe (CARICOM), entre otras.

A las citadas se adicionan las novedosas creaciones de la Alianza Bolivariana para América Latina y el Caribe (ALBA), Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), generando acciones concretas de integración económica y política que se proyectan favorablemente.

Pero, ¿se podría afirmar que el actual auge de los acuerdos regionales podría debilitar el multilateralismo que se desarrolla en el escenario de la OMC, postergando hasta las calendas griegas (que significaba una fecha incierta, un día que nunca llegará) la culminación de las negociaciones comerciales en el marco de la moribunda Ronda Doha?

El Nacional

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