La ruta de saber

¿Es la economía una ciencia exclusiva para mentes privilegiadas? Para entender los principios básicos de esta ciencia social hay que ser, necesariamente, un graduado universitario.

Es verdad que cada ciencia goza de un vocabulario especializado para el análisis de los fenómenos que forman su objeto de estudio, pero nunca será suficiente en sostener la necesidad de difundir los conocimientos mediante el uso del lenguaje cotidiano. Porque hay que romper con la idea de que los temas económicos son complicados, complejos.

Lo cierto del caso es que la economía es “un asunto más simple de lo que suele parecer, pero los economistas han creado un lenguaje complicado y abigarrado para que parezca más difícil de lo que en realidad”, al decir del economista venezolano José Luis Cordeiro. Ocurre que tanto un mecánico, como un empleado, una ama de casa, un empresario o un agricultor son actores directos en el desempeño de la economía nacional.

En realidad son ellos los hacedores de actividades productivas, comerciales, financieras… Un economista criollo, al referirse a unas opiniones externadas por algunos ciudadanos en torno a la variación que se reflejada en el precio del dólar respecto del peso dominicano, hizo gala de su criterio elitista sobre el saber: “Para opinar sobre la tasa de cambio (eso que incorrectamente el pueblo llama la prima del dólar) hay que ser un especialista del tema, como lo soy yo”.

Téngase en cuenta que fue partir de la publicación de “La riqueza de las naciones” (1776) por parte del profesor británico de filosofía Adam Smith (1723-1790) cuando se dieron pasos académicos para para ocuparse como Dios manda del estudio de los problemas económicos.

Desde entonces miles y miles de hombres y mujeres acuden a las aulas de los centros de superior en busca del saber científico acumulado en la economía, pero nadie puede atribuirse la posesión del dominio universal de esos imprescindibles conocimientos.

Porque, además, ¿cuál grado de certidumbre se debe atribuir alas conclusiones que presentan tales o cuales economistas respecto del estudio de determinado fenómeno económico objeto de estudio?

El economista francés Thomas Piketty escribe en su libro “El capital en el siglo XXI” (2013) una frase lapidaria: “Demasiada energía se ha gastado, y así es siempre, en meras especulaciones teóricas, sin que los hechos económicos que se ha tratado de explicar hayan sido claramente definidos”.

Se ha dicho que los economistas son como los geólogos: pueden decir qué tipo de elementos interrelacionados podrían generar un terremoto, pero es imposible acertar en el momento exacto en que eso ocurrirá.

Y es que menospreciar las opiniones sobre temas económicos que emanen de ciudadanos que no hayan abrevado del saber académico sólo pone en evidencia la pequeñez científica y humana de quien se ufana de ser un profesional de la economía.