Opinión

Presencia economica

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¿Una cumbre más?

Todo está preparado para el desarrollo de la VII Cumbre de las Américas a efectuarse en Panamá durante los días 10 y 11 de abril en medio de señales geopolíticas tan novedosas como contradictorias, vientos recesivos en grandes economías latinoamericanas y caribeñas, así como un frágil proceso de recuperación productiva, comercial y financiera en Estados Unidos.

Los mandatarios se reunirán para “debatir sobre aspectos políticos compartidos, afirmar valores comunes y comprometerse a acciones concertadas a nivel nacional y regional con el fin de hacer frente a desafíos presentes y futuros que enfrentan los países de las Américas”, según consta en uno de los documentos oficiales del encuentro continental.

A la VII Cumbre de las Américas están invitados 35 gobernantes, habiéndose confirmado ya la participación de 25 jefes de Estado y de Gobierno. El lema convocante es “Prosperidad con equidad: el desafío de la cooperación en las Américas”, pero el mismo podría quedar un tanto opacado por recientes acontecimientos regionales.

La presencia de Cuba dentro del escenario de la VII Cumbre de las Américas otorga a este encuentro un significado histórico especial, pues se produce en el marco de negociaciones entre Washington y La Habana con miras al formal restablecimiento de relaciones diplomáticas.

De seguro los países latinoamericanos y caribeños abogarán por el definitivo levantamiento del inadmisible bloqueo financiero, económico y comercial que Estados Unidos (EEUU) contra Cuba desde hace más de cincuenta años, el cual le ha representado a la patria de José Martí pérdidas económicas que superan a la fecha los 116 mil 800 millones de dólares.

También será tema de debates el contenido de la orden ejecutiva firmada el pasado 9 de marzo por el presidente estadounidense, Barack Obama, y en la cual tipifica a la República Bolivariana de Venezuela como “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad y política exterior” para Estados Unidos.

Por eso la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), organización constituida por 33 países americanos y de la cual forma parte la República Dominicana -país caribeño que asumirá su Presidencia pro témpore en el 2016- ha expresado su rechazo a la citada orden ejecutiva del presidente Barack Obama.

En el documento elaborado por la CELAC se hace un llamado a Washington y Caracas para que den inicio a un diálogo “bajo los principios del respeto a la soberanía, la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, la autodeterminación de los pueblos y el orden democrático e institucional en consonancia con el derecho internacional”.

De ahí que resultan reconfortantes las recientes declaraciones de la Casa Blanca en el sentido de precisar que “Estados Unidos no cree que Venezuela represente una amenaza a nuestra seguridad nacional”, pues las mismas contribuirán a bajar tensiones dentro del escenario de la VII Cumbre de las Américas. Ojalá este encuentro marque el inicio de una nueva era en las relaciones continentales. Porque la diplomacia tiene mucho que hacer todavía.

El Nacional

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