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¿TPP contra DR-CAFTA?

 

El Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) contempla otorgar al sector textil reglas de origen más flexibles que las aprobadas en el marco del Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos de América (DR-CAFTA), lo que iría en detrimento de los intereses comerciales de las economías del área.

La Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) señala que las reglas de origen son disposiciones que establecen en qué casos las mercaderías cumplen con la correspondiente “transformación sustancial”, es decir, con determinados criterios y condiciones en su producción que les dan el carácter de “mercadería originaria” de un país, denominado “país de origen”.

Estados Unidos funge como palanca impulsora de las negociaciones comerciales que celebran 12 países ubicados en diferentes continentes (pero con costas bañadas por las aguas del océano Pacífico), con miras a la firma del TPP antes de que finalice el 2015, siendo éste expresión de la batalla geoeconómica que están librando EE.UU. y China por la supremacía económica mundial.

Y ocurre que en noviembre de 2013 el mandatario dominicano Danilo Medina dirigió una comunicación a Barack Obama, presidente de Estados Unidos, donde externaba la preocupación de los países miembros del DR-CAFTA sobre las consecuencias negativas sobre la industria textil regional que se derivarían de la aprobación pura y simple del TPP, pues podría ocurrir países miembros de ese acuerdo comercial intercontinental ganen competitividad frente a los países centroamericanos y caribeños.

El presidente Medina externó su preocupación por la inestabilidad económica y social que podría generarse en la región en caso de alterarse la cadena de suministro de textiles y vestuarios, formulada con gran cuidado en el marco del DR-CAFTA, pues se favorecería que países miembros del TPP puedan suplirse de esos insumos en los mercados de China y Vietnam.

Se recordará que el gobernante dominicano señaló al presidente norteamericano lo siguiente: “Este delicado equilibrio, basado en gran parte en la manufactura estadounidense de hilos y telas y complementado por la producción de vestuario en nuestra región, ha sido determinante en el fortalecimiento y aumento de la competitividad de la cadena de suministro de vestuario y textiles en la región”.

Y mediante carta de fecha 1 de abril de 2014 el presidente Barack Obama contestó a su colega Danilo Medina lo siguiente: “He dado instrucciones a mi equipo negociador de tener en cuenta estas consideraciones en el enfoque de EE.UU., en las negociaciones del TPP.” Pero, más allá de las reuniones entre los funcionarios del Departamento de comercio de Estados Unidos con embajadores y técnicos de los países integrantes del DR-CAFTA valdría la pena preguntarse si Washington ha presentado dentro del escenario de las negociaciones del TPP alguna propuesta para neutralizar los efectos adversos sobre la industria textil regional que se generarían con su entrada en vigencia.

El Nacional

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