Opinión

Presencia económica

Presencia económica

Daniel Guerrero 

Esas materias primas…
Las ventas de materias primas podrían generar una mejor captación de divisas (dólares, euros y yuan, entre otras) por parte de países latinoamericanos y caribeños al verificarse una recuperación en los precios de diversos productos básicos de exportación.

Desde el 2012 hasta mediados del 2016 los precios de las materias primas experimentaron fuertes caídas que afectaron sensiblemente tanto las finanzas públicas como el desempeño empresarial de muchos países de la región.

Se asiste a un repunte en las cotizaciones de materias primas como oro, níquel, café, trigo, soya y petróleo, en mayor o menor grado. Téngase presente que durante el pasado 2016 los precios se incrementaron un 18 por ciento respecto del año anterior.

Así, grandes compañías transnacionales mineras que contemplaban la posibilidad real de vender parte de sus activos (yacimientos de oro, níquel, hierro…) han decidido engavetar ese expediente debido a que durante el 2017 se ha consolidado una tendencia hacia la recuperación de precios en los mercados internacionales de metales y minerales de diversos tipos.

Pero diversos analistas internacionales no esconden su pesimismo respecto de una persistencia en la recuperación en los precios de las materias primas al expresar que la misma va perdiendo fuerza a medida que el mercado reconoce que ningún fundamento justifica los niveles actuales.

En el caso concreto del petróleo (importante materia prima para la marcha productiva de la economía global) se reconoce que sus precios han comenzado a estabilizarse en busca de la franja 50-60 dólares el barril tras el acuerdo suscrito entre grandes productores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros productores independientes que buscaron reducir la oferta del crudo para detener la tendencia de precios deprimidos que perduró desde el 2014 hasta mediados del 2016.

Queda claro que los países productores y exportadores de petróleo no deben esperar dentro de los próximos años un retorno a los precios altos del crudo, por encima de los 100 dólares el barril, salvo que se produzcan acontecimientos geopolíticos y una afectación sensible en la producción petrolera global. Así las cosas, dejemos de lado el análisis del comportamiento de los precios del petróleo dentro de la recuperación de precios dentro del universo de las materias primas.

La región latinoamericana y caribeña, pero sobre todo los países sudamericanos, están asistiendo a un repunte en los precios de importantes productos mineros y agropecuarios que constituyen fuentes esenciales en la generación de divisas. Organismos internacionales vislumbran que al cierre del 2017 se registrará un crecimiento económico del 1,1 por ciento, dejando atrás el crecimiento negativo y proyectándose más de 2 por ciento para el entrante año 2018.

Pero duele reconocer que durante los años de bonanza de la economía regional no fue posible mejorar las capacidades productivas y el componente de la oferta exportable de bienes para no depender tanto de los vaivenes ciclos en los precios de los productos básicos de exportación y avanzar en el desarrollo infraestructural y la renovación tecnológica en una industria transformativa que agregue cada vez más valor a la producción de bienes.

El Nacional

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