Página Dos

PRIMERA FILA

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Inaudito

Desde la desaparición de sus ingenios, el Consejo Estatal del Azúcar (CEA) perdió su razón de ser. Pero resulta que esa entelequia todavía conserva una nómina de más cuatro mil empleados, a quienes para pagarles el consorcio ha tenido que enajenar parte de su patrimonio. Lo ha reconocido nada más que el coordinador de la comisión evaluadora de los terrenos del CEA, Bautista Rojas Gómez.

Si la Corporación de Empresas Estatales (Corde) carecía de razón de existir, en las mismas condiciones está el CEA. Desde hace tiempo se han denunciado múltiples irregularidades hasta un incremento de la nómina con fines políticos. Pero, en función del pernicioso clientelismo político, jamás se ha tomado ninguna decisión para sanear lo que queda de la otrora poderosa industria.

En lugar de disolver una entelequia que resulta tan onerosa al erario se ha decidido auditar el proceso de pago a los empleados. Rojas Gómez dice que el pago con auditores forma parte del proceso para transparentar las operaciones del antiguo consorcio.

El Nacional

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