Página Dos

PRIMERA FILA

PRIMERA FILA

Propicia

El caso del coronel Rafael Bienvenido Collado Ureña, detenido en Puerto Rico por presuntos vínculos con el narcotráfico es una ocasión más que propicia para emprender una exhaustiva investigación sobre la incidencia de las drogas dentro de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Son muchos los oficiales con fortunas y un estilo de vida que no se corresponde con sus ingresos en los cuerpos.

Los frecuentes decomisos de cargamentos de drogas, a pesar de la cuantiosísima inversión económica para perseguir la operación, es otro de los elementos que generan conjeturas. Los ocho aviones Súper Tucano, las lanchas rápidas, el patrullaje de la Armada ni la militarización de la frontera han bastado para frenar la masiva introducción de cocaína y otras sustancias alucinógenas a territorio dominicano.

Al ser detenido en Puerto Rico, tal parece que el oficial, de un historial que se presta a sospechas, mordió un anzuelo que le tendió la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA). Las autoridades pueden utilizar el caso para una saludable profilaxis en los cuerpos armados y la Policía.

El Nacional

La Voz de Todos