Estigma
Si el caso Quirinito (el sicario Alejandro Castillo Paniagua) pudo ser un globo de ensayo para desviar la atención pública sobre otros escándalos, a las autoridades se les ha ido de las manos, cosechando la peor parte. Las opiniones de especialistas han sido mordaces sobre el sistema judicial, dejando a sus representantes sin más argumentos que el de las sanciones contra los implicados en el ruidoso escándalo.

En un momento en que la imagen internacional del país acusa notorio deterioro, figuras como el expresidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa, la ensombrecen más al señalar que casos como el de Quirinito “no es más que fruto de una consecuencia directa e inmediata del sistema de complicidad que rige en República Dominicana en todos los niveles”.

“Sin un sistema de complicidad como el que estamos viviendo eso (la libertad de manera irregular y desaparición de Quirinito) no hubiera sido posible”, sentenció Subero Isa.

El gran reto de las autoridades es no solo dar con el paradero de Quirinito, sino despejar todas las incógnitas.