Mancha
La supuesta intervención de un agente de la Policía en la muerte en La Victoria de un estudiante universitario para despojarlo de un celular es una mancha para el cuerpo del orden.

Aunque el raso Nieves Luis Sierra Gómez niega haber dado muerte a Albert Ramírez Alcántara, el suceso representa una lección para el director de la Policía, Ney Aldrin Bautista Almonte, sobre la necesidad de profundizar la depuración de la institución.

Es por demás un auspicioso signo que sea la propia Policía la que haya determinado que fue uno de los suyos el responsable del crimen del estudiante, quien estaba supuesto a investirse con honores como licenciado en Matemáticas en la Universidad del Caribe.

En el suceso la gente no ve el porcentaje, por más mínimo que sea, de los agentes que deshonran el uniforme, sino que se cuestiona la imagen del cuerpo. Es como si se dijera que por uno pagan todos.