Cuando una persona sufre anemia por un período prolongado puede presentar daños en los órganos vitales como el corazón y los riñones, en los niños incluso la anemia leve les puede causar retrasos en el crecimiento y el desarrollo mental y psicomotor, mientras que en la embarazada, si esa falta de micronutrientes es severa, puede afectar al bebé, provocando insuficiente peso al nacer, partos prematuros e inclusive pérdida del embarazo y en ocasiones la muerte tanto de la criatura como de la madre.
Pese a que en el país persiste la malnutrición en esos grupos vulnerables, principalmente entre la población más pobre, estudios demuestran una importante reducción en los índices de desnutrición, la cual se asocia a las políticas estatales como el Proyecto de Nutrición y Alimentación Saludable que aplica el programa Progresando con Solidaridad (Prosoli) de la Vicepresidencia de la República, con el apoyo técnico del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Según un estudio realizado en el 2011, al inicio de la administración de micronutrientes a miles de embarazadas y puérperas hasta dos meses, niños y niñas de seis a 59 meses, la población con mayor prevalencia de desnutrición era precisamente la beneficiaria de Prosoli, ya que el 61 por ciento de esos niños menores de cinco años resultaron con anemia, mientras que los no beneficiaros de esas edades, es decir, la población menos pobre, la incidencia de la desnutrición era del 28 por ciento en el 2009. Este último dato se desprende de la Encuesta Nacional de Micronutrientes del Ministerio de Salud.
En los dos primeros años de la aplicación del suplemento de micronutrientes llamado Chispitas Solidarias la anemia bajó al 27 por ciento entre los niños y niñas de Prosoli que lo recibieron, es decir que las intervenciones realizadas han tenido un impacto positivo en la salud y nutrición de los infantes beneficiarios con una reducción del 34 por ciento en el índice de malnutrición.
Según grupos de edad se ha logrado disminuir del 74.8 por ciento al 27.3 en niños y niñas de seis a 11 meses, y del 73.4 al 37.4 por ciento en los de 12 a 24 meses. Este efecto es relevante en todos los grupos de edades.
En la población general la subnutrición en República Dominicana es de 15.6 por ciento, con lo cual el país cumplió la meta en la materia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio porque se redujo a menos de la mitad, del 34 por ciento de prevalencia que presentaba en el 1990.
Cuando se informó del cumplimiento del objetivo, el representante adjunto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el país, Héctor Matas, manifestó que pese a ese logro, el país debe continuar trabajando de manera ardua en la lucha contra la pobreza, pues esas cifras indican que todavía quedan un millón 600 mil personas con subnutrición.
El proyecto
El Proyecto de Nutrición y Alimentación Saludable forma parte del Programa Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutrición Cero Hambre 2013-2016.
La doctora Margarita Cedeño de Fernández, vicepresidenta de la República, coordinadora del Gabinete de Políticas Sociales y propulsora del proyecto, ha explicado que la malnutrición y la carencia de micronutrientes es una limitante para el desarrollo físico e intelectual, para el rendimiento escolar y laboral, y un detonante para la anemia crónica, para la desnutrición aguda y crónica y para muertes maternas e infantiles.
Hasta el momento 53 mil 87 infantes de Prosoli han recibido suplementación así como 90 mil no beneficiarios. También han recibido capacitación dos mil 579 integrantes del personal de Salud y nueve mil 908 de Prosoli.
Jornadas nutrición
Prosoli y el PMA están inmersos durante este mes y septiembre en una jornada nacional de nutrición, en la que entregan, a través de las Unap de Salud Pública, Chispitas Solidarias a embarazadas y puérperas con hasta dos meses después del parto y niños y niñas de seis meses a 59 meses, para prevenir y tratar malnutrición.
En las jornadas también se entrega un alimento complementario llamado Progresina para aquellos niños y niñas diagnosticados con bajo peso y desnutrición severa.
“Desde que mis nietos comenzaron a tomar las Chispitas han crecido más rápido, se han puesto más gordos, se les ha visto el resultado, porque ellos eran flaquitos, estaban desnutridos, principalmente una que tenía dos años. La niña de cuatro ha cambiado bastante, yo le he visto el cambio que está muy inteligente”, precisó Mercedes María Félix, una trabajadora doméstica que acudió al operativo nutricional realizado esta semana en la Unap en El Café, de Herrera.
En dicha jornada 18 embarazadas y 95 niños y niñas recibieron Chispitas después de una evaluación nutricional. De estos 47 son beneficiarios de Prosoli, todos resultaron con estados nutricionales normales, con adecuada talla y peso.
Dominga Encarnación Montero también acudió al llamado de su enlace familiar de Prosoli, fue a chequear su embarazo y a una de sus tres hijos.
“No todas las personas tienen la suerte de desayunar, almorzar y cenar. Es muy bueno este programa, ya que muchas personas que no pueden tener todos los nutrientes en su comida diaria, este suplemento viene para completar su nutrición, que sea adecuada y que esos niños puedan nacer fuertes y sanos cuando las embarazadas lo toman”, dijo la madre soltera.
El estudio El Costo del Hambre en la República Dominicana, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), muestra en base a proyecciones, que los costos de atención médica para el tratamiento de los efectos a la salud que provoca la desnutrición, así como las pérdidas para el desarrollo económico nacional, son muy superiores a la suma necesaria a invertir en la prevención de la desnutrición y las deficiencias de micronutrientes en los primeros años de vida.
Prosoli y el PMA se proponen entregar Progresina este año a seis mil niños en riesgo de desnutrición aguda. También dotarían a cuatro mil 500 envejecientes de ese suplemento de delicioso sabor que se prepara como una maicena tradicional.
Y para prevenir la anemia, Prosoli dotará a 78 mil 882 niños y 15 mil embarazadas y recién paridas de las Chispitas necesarias en 1,300 Unap de todo el país. Si esas embarazadas presentaran desnutrición recibirían también Progresina.
UN APUNTE
Siete ejes
El proyecto se enfoca en prevenir y controlar las deficiencias de micronutrientes y de la desnutrición aguda, alimentación complementaria y saludable, educación nutricional, participación comunitaria y vigilancia nutricional, y fortalecimiento de capacidades.
