Opinión

Puerto de Manzanillo

Puerto de Manzanillo

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Resaltaba en el Manzanillo de aquellos años una vía de acceso bien trazada, arborizada y tapizada en ambos lados por una grama verde reluciente. Daba paso, diez kilómetros más al oeste, a un hermoso complejo de viviendas para ejecutivos y empleados, una escuela, un hospital, parques infantiles, centros deportivos, recreativos y sociales cuya dinámica concéntrica propiciaba un clima urbano armonioso y atrayente.
Productores de Santiago Rodríguez, Mao, Esperanza, Laguna Salada y Villa Vásquez hacían provecho de la red ferroviaria que posibilitaba el facial transporte del banano hasta Manzanillo. En 1963, veinte años después, la Grenada cerró sus puertas. Sucumbió a las presiones laborales y demandas gubernamentales, estimulados por los aires de libertad post Trujillo.

Las confusiones de la época precipitaron el desmembramiento de una empresa cuyos beneficios superaban la corta visión de una sociedad cegada por las ansias más de venganza que de libertad. Creyó que destruyendo este medio de producción estaba eliminando los símbolos y memorias de la dictadura. Nadie se detuvo a pensar que estaba destruyendo el camino hacia la libertad económica.

La forma en que colapsó la Grenada explica inequívocamente las reiteradas recaídas de este proyecto. Administrado primero por el Instituto Agrario Dominicano (IAD) pasó luego a la Presidencia de la República, por disposición del presidente Balaguer.

Sin estar ajena a los efectos de la corrupción, la empresa ha ido enajenando sus activos, a merced de los desaciertos. No han fallado los intentos por rescatarla con la introducción de nuevos renglones, como la siembra de soya a mediados de los 80. Firmas como la Exportadora de Productos Comerciales (EXPROCA) y la Esquitez Bussines Associated (EBA) se vieron involucradas, con el concurso de funcionarios locales.

En la ocasión la gerencia redujo su personal de 1,900 a 455, entre empleados, obreros y ejecutivos.
Relegada por el tiempo y la distancia, La Cruz de Manzanillo no deja de ser una fiebre de repetidas malas noticias. Hace unos años, surgió un escándalo, no aclarado aún. Involucra a Bienes Nacionales por la venta como chatarra de rieles y otras estructuras metálicas.

El Nacional

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