ANAHEIM. Las temporadas siguen marchando y los nombres siguen cayendo. El próximo será Jimmie Foxx, N° 17 en la lista de jonrones de todos los tiempos. Albert Pujols lo empató con un jonrón solitario en la cuarta entrada en la noche del martes, su sexto jonrón en los últimos seis días y la única mancha en la eléctrica salida del abridor de los Rayos Chris Archer en la derrota de los Angelinos 6-1.

Pujols tiene ahora 534 jonrones en su carrera, un número que ni siquiera su innata visión de túnel puede evitar reflexionar acerca del mismo.

“Cuando llegué a las Grandes Ligas, nunca en mi vida pensé que iba a tener la mitad de los jonrones que he conectado”, dijo Pujols, quien está dos jonrones detrás de Mickey Mantle para el puesto 16. “Doy gracias al Señor por darme el talento para poder jugar este juego, y por darme la fuerza y el poder. Sé que los últimos cuatro años han sido duros con las lesiones y pasando por las cosas que he tenido que atravesar, pero nunca me doy por vencido. Yo simplemente trabajo duro todos los días para dar lo mejor que puedo dar a mis compañeros de equipo y para los aficionados”.

Esa es una cosa que el dirigente de los Angelinos, Mike Scioscia ha notado sobre Pujols, ahora con 35 años y acercándose a la mitad de su temporada número 15. Es un patrón que Tony La Russa, por largo tiempo el dirigente de Pujols, hace referencia continuamente cuando habla de lo que separa al nueve veces All-Star de los simples mortales de este juego. Y es algo a lo que Scioscia hizo referencia el martes por la noche, cuando se le preguntó si alguna vez Pujols muestra entusiasmo, incluso cuando está en una racha como ésta.

“Durante el juego, él está pensando en una sola cosa -nosotros ganar un juego de pelota, y lo que él tiene que hacer para ganar un juego de pelota”, dijo Scioscia. “Eso es lo que lo resume, y creo que eso es lo que lo hace especial”.

Poco después de alcanzar el club de 500 jonrones de por vida, Pujols mandó a hacer medallones y collares de platino con diamantes incrustados. El se quedó con una para sí mismo, y lo usa con frecuencia en estos días, y entregó las otras a sus hijos. Preguntado recientemente que haría si llegara a 600, Pujols se rió e hizo todo lo posible para ignorar el pensamiento.

Eso puede venir también. El último jonrón de Pujols -sobre un resbalón en conteo de 1-1.