Opinión

PUNTOS… Y PICAS

PUNTOS… Y PICAS

Con decisiones plausibles sobre problemas puntuales de la cotidianidad, el gobierno de Danilo Medina gana simpatía y logra niveles de aceptación que marcan diferencias con su antecesor, en apenas diez meses de ejercicio que lo apuntalan como defensor del interés nacional.

El mandatario se estrenó cumpliendo su palabra de campaña con asignación presupuestaria del 4% del producto interno bruto para educación y con acciones tangibles en la materia como tanda extendida, proyectada a cuatro años, e inicio de construcción de aulas.

El debate sobre las operaciones de la minera Barrick Gold en Pueblo Viejo, Cotuí, fue catapultado con su calificativo de “inaceptable” para el contrato con la empresa canadiense que debió llegar a un memorando de entendimiento para revisar términos leoninos del pacto de 2012.

Y ahora, el gobierno niega permiso de explotación de loma Miranda, en La Vega, a Falcondo Xstrata Nikel dos semanas después del informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sobre el daño ecológico que provocaría la minera, con lo que cierra el caso.

Son decisiones puntuales, acciones de gobierno en sintonía con sectores sociales organizados que han tomado la bandera en defensa del bien colectivo por encima del provecho particular y grupal, en perjuicio del interés nacional, como caracterizó la pasada gestión peledeísta.

Otras actuaciones y nuevo estilo presidencial marcan la gestión de Medina que parece poner oídos en el pueblo al acercarse semanalmente a comunitarios, escuchar problemas y buscar soluciones, además de reenfocar la inversión pública a desconcentración económica.

En agenda persisten asuntos fundamentales y preocupantes, pendientes de actuaciones gubernamentales efectivas, tales inseguridad ciudadana y creciente delincuencia, además del déficit energético por contratos abusivos con generadores privados, dos retos mayores para su joven gestión.

No hay dudas, Medina mantiene altos sus bonos con el pueblo.

El Nacional

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