Precedente positivo
El presidente del Senado de la República acaba de sentar un precedente positivo en el ejercicio público vernáculo con impacto en otros actores políticos como referente a seguir para que la equidad norme el proselitismo intrapartidista.
Reynaldo Pared Pérez, representante senatorial del Distrito Nacional y secretario general del Partido de la Liberación (PLD), informó que no aspirará a la reelección en el órgano legislativo cuando renueve bufete directivo el próximo mes.
Su explicación es conocida y justificada porque dedicará todas sus energías al logro de la nominación a presidente de la República por el PLD para las elecciones generales de 2016, con legítimo derecho como peledeísta.
Ante la ausencia de legislación de partidos, que la clase política dominante no desea sancionar porque le conviene seguir “como chivos sin ley”, la actitud de Pared Pérez trae decencia y comedimiento en el dispendio de recursos públicos para fines particulares.
Por tradición los cargos públicos se asumen como bienes patrimoniales y en afanes continuistas o de perpetuación no se compiten en buena lid, aún intrapartido, por lo que quienes aspiran a cambios deben hacer esfuerzos extraordinarios casi siempre infructuosos.
Esta estrategia de Pared Pérez gana de inmediato simpatía en la opinión pública por novedosa y “sincera”, obliga a competidores internos del PLD que igual que él desempeñan funciones oficiales a imitarle y envía mensaje alentador a la ciudadanía consciente que aspira a ejercicio político honesto.
No es lo mismo participar del proselitismo interno, ni aún en campaña regular, si al mismo tiempo se ejercen cargos públicos porque se usan recursos estatales para beneficio particular y se rompe equilibrio de medios y recursos que debe normar toda competencia política con ética.
Eso evitaría la frase lapidaria “me venció el poder”, del hoy presidente Danilo Medina cuando fue precandidato. ¡Que no se repita la historia!
