Opinión

PUNTOS… Y PICAS

PUNTOS… Y PICAS

Municipio Cienfuegos

 

Los mismos senadores y diputados que proselitista y alegremente despedazaron el país creando municipios y provincias al vapor sin sentido de lógica división territorial hoy se han visto compelidos a hacer justicia con Cienfuegos, de Santiago.

Esta comunidad, enclavada en la periferia noroeste del municipio cabecera, lugar concebido como cementerio de muertos vivos, con proximidad al vertedero y donde eran llevadas las familias consideradas residuos sociales, hoy reúne más condiciones que el resto de las últimas nuevas jurisdicciones.

Sus moradores han logrado coronar, en primera fase con urgente aprobación por la Cámara de Diputados del proyecto que les eleva de categoría, una lucha desde la fundación del asentamiento original con damnificados del incendio de 1975.

No es nuevo desprendimiento de Santiago, es separación o emancipación del territorio descuidado, desatendido, discriminado, menospreciado, pero de gente digna, laboriosa y luchadora que tiene condiciones propias y definitorias de su fisonomía particular.

Con modificaciones al proyecto original hechas por la Comisión Permanente de Asuntos Municipales de los diputados, con informe favorable a creación municipio Santiago Oeste, se salvan reparos y dificultades de sectores que podrían considerarse perjudicados.

Se mantienen en el ámbito municipal de Santiago el Parque Industrial Víctor Espaillat o Zona Franca de Santiago, así como el cementerio Cristo Vivo, de El Ingenio, entre otras áreas cuyos moradores no estaban de acuerdo en ser elevados a a municipio.

La zona oeste de Santiago tiene más de 61 comunidades, sectores y subsectores, alberga más de 46 mil familias con población superior a 200 mil almas, aspectos fundamentales para su promoción.

El análisis frío de estos datos, cifras y hechos de Cienfuegos, sumados a su idiosincrasia e identidad pueblerina y a denodada lucha popular bien articulada en busca de atención edilicia, primero, y luego del objetivo de ser municipio, le hacen merecedor de este nuevo estatus jurídico.

El Nacional

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