Opinión

PUNTOS… Y PICAS

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Condicionante fiscal

El ambiente se está preparando. Todo parece que va según planes malamente disimulados para imponer bajo el eufemístico “pacto fiscal” una reforma impositiva que aumente recaudaciones gubernamentales, enfrente el déficit y sufrague el dispendio en campaña reeleccionista.

Hay un condicionante mediático en desarrollo que sorprendentemente e inadvertido para ignorantes dejó ver garras cuando medios impresos de un consorcio titularon como “información” principal la inminencia del “pacto fiscal” que responde a una ley y… ¡hay que cumplirla!

Dos semanas después de elecciones comenzó bombardeo prensa con argumento de que autoridades buscan incrementar ingresos fiscales, entonces “Se agota tiempo para reforma fiscal pactada”, así se titula, y en otro, el mismo día: “Urgencias: reforma tributaria y ley responsabilidad fiscal”.

Los datos oficiales son reveladores en la misma publicación. “En el primer trimestre de este año se asumió el 46% del déficit de 2016 completo, es decir, que lo que se presupuestó para el año completo se hizo casi un 50% en tan solo tres meses”.

Los economistas explican y distinguen reforma fiscal de tributaria. Una atañe a ingresos y gastos, corrientes o de capital, y la otra se concentra en impuestos, en el afán recaudatorio con ampliación de la base imponible o disminución de la evasión que se admite ronda el 40 por ciento.

El ciudadano común no conoce teorías económicas, solo siente que no aguanta más impuestos, que las “reformas”, y ahora el “pacto fiscal” siempre han sido para perjudicarle, y que ha tenido que pagar los platos rotos de otros, mientras gobierno mantiene exenciones y privilegios a poderosos.
Al contribuyente no se le devuelve el pago de impuestos en servicios públicos eficientes y, por el contrario, cree que con su sacrificio financia la clientela gubernamental mientras carga pesado, no se ataca la evasión ni se eliminan privilegios sectoriales. ¡Irritante realidad!

El Nacional

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