Opinión

¿Qué pasa en el PRD?

¿Qué pasa en el PRD?

En la medida que el sector conservador tomó control del aparato partidario, la histórica base social del PRD perdió su rumbo ideológico.

 La llegada de Miguel Vargas a la jefatura del partido no impulsa una agenda en capacidad de reivindicar los valores esenciales que han dado razón de ser a 71 años de vida institucional. Inclusive, el perfil del ex secretario de obras públicas 2000-2004 no se aproxima al memorial de luchas democráticas que caracterizaron la validación y respetabilidad de una parte importante de su generación política.

 Vargas Maldonado tiene una larga militancia. Ahora bien, su desarrollo político no se construyó en medio del esfuerzo democrático (1966-1978) y su gran salto a la escena pública se inició con sus innegables contribuciones económicas y capacidad para conectar el PRD en circuitos sociales de excepción.

 La causa del desgaste del sector que orienta el presidente del PRD obedece a una concepción elitista con profunda vocación para utilizar electoralmente a las masas, bajo el falso predicamento de  “tenemos que llegar”. El clan predominante y promotor de Vargas Maldonado (Andy, Orlando y Neney) exhibe un claro perfil distante de las bases partidarias.

No obstante, los esfuerzos por cambiar el rostro el proyecto MVP han obligado a colocar en primera línea (Pacheco, Librado Castillo y Ramón Bueno) a dirigentes con arraigo popular, ante la necesidad de asociar al presidente del partido con franjas de los sectores populares.

 El PRD siempre ha sido un partido de puertas abiertas y José Francisco Peña Gómez con bastante habilidad pudo equilibrar la diversidad social. Eso sí, el líder histórico del partido nunca permitió que las orientaciones esenciales de la organización fueran dirigidas por mentalidades sin sentido de compromiso.

 Lo díscolo y sujeto de  desvaríos recae en la falta de rumbo que se pone de manifiesto en la conducta del PRD. Pretender orientarlo alrededor de una propuesta presidencial y renunciar a unirnos en la diversidad, representa el sello y razón de una derrota interna en capacidad de expresar como se destruye una mayoría en menos de doce meses.

El Nacional

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