Viyella alerta
Tanda extendida
La jornada extendida es una de las prendas que más enarbolan las autoridades sobre la “revolución educativa” que atribuyen al presidente Danilo Medina. El titular del Ministerio de Educación, Carlos Amarante Baret, no pierde oportunidad para regodearse de los beneficios del modelo. Pero la presidenta de Acción Empresarial por la Educación (Educa), Elena Viyella, tiene otra visión sobre la implementación de un programa que hoy tiene más de 850 mil alumnos.
Sostiene, de entrada, que el aumento del 85% del tiempo en el aula que implica la jornada extendida no se traduce en una mejoría de la enseñanza de los contenidos. O sea, que la inversión no es proporcional a la calidad. De ahí que la dirigente empresarial entienda la necesidad de fortalecer y consolidar el modelo antes de incorporar más estudiantes y centros bajo el programa.
Si el objetivo es mejorar la calidad de la enseñanza antes que exhibir como trofeos construcciones y programas, observaciones como la de Viyella tienen por lo menos que ponderarse. En tal sentido debe analizarse, como planteó la presidenta de Educa, el impacto y la relación costo-beneficio de la jornada en las escuelas en que se ha implementado. El desafió que representa la educación es para que se preste atención a todas las observaciones.
