De Aguaceros
Huellas sombrías
Antes que borrarse se han tornado más visibles e inquietantes las huellas causadas por los torrenciales aguaceros que en noviembre provocaron cuantiosos daños a la infraestructura y la producción agrícola en la provincia Espaillat.
Organizaciones y lugareños han apelado a todas las instancias, pero todavía no han logrado ni siquiera la reparación de la carrera Villa Trina-Los Bueyes, cuyas grietas son de tal magnitud que ya representan un riesgo para la circulación de vehículos.
Por los derrumbes en algunos tramos de los 22 kilómetros que enlazan comunidades agrícolas en cualquier momento el tránsito podría interrumpirse. Para colmo los productores de esas y otras comunidades de la provincia todavía no han podido reponerse de las pérdidas ocasionadas por las inundaciones.
Pero sin la comunicación que facilita el intercambio comercial de comunidades que tienen en la agropecuaria su principal fuente de subsistencia el panorama se torna más sombrío.
Las grandes grietas en la carretera Villa Trina-Los Bueyes, así como los colosales daños en puentes y otras construcciones, representan un doloroso grito al que las autoridades tienen que prestar toda la atención habida y por haber. No puede olvidarse que la provincia es una de las principales productoras agrícolas del país.
