San Cristóbal
Clama asistencia
El nivel de alerta a causa de las inundaciones en San Cristóbal ha sido rebajado, pero la desesperación todavía cunde en barrios como Moscú, cuyas calles están totalmente anegadas. Al menos según las familias afectadas la respuesta de las autoridades para normalizar la situación ha sido lenta, en tanto el Ministerio de Educación suspendió la docencia desde el lunes debido al drama que se ha creado.
Lo ocurrido en San Cristóbal con los aguaceros de estos días es un panorama que se repite cada vez que llueve con intensidad: salen a flote los problemas de drenaje, la fragilidad de las estructuras viales y las grandes carencias de las familias residentes en las zonas más vulnerables.
En la provincia se reportó la muerte de una persona y si el cuadro sanitario no es más espantoso se debe a que los afectados, como confesaron, están vacunados contra las enfermedades. El caso de San Cristóbal, particularmente del barrio Moscú, todavía inundado por las aguas, constituye un desafío para las autoridades.
Pero también otra muestra del riesgo a que están expuestas miles de familias frente a los fenómenos atmosféricos. La suerte de la provincia es similar a la de muchas zonas del país cada vez que llueve de manera copiosa.
Salvo los operativos de los Comedores Económicos para proporcionarles alimentos y uno que otro programa de asistencia, los afectados se sienten prácticamente desamparados, toda vez que tienen que lidiar con el agua, el lodo y las plagas.
