Opinión

Ratones y enfermedades

Ratones y enfermedades

Los ratones, esos animalitos que ocupan el “segundo lugar” en la población mundial, dentro de sus características ambientales le proveen al hombre “virtudes” pero también “dolores de cabeza”.

Dentro de las virtudes y benevolencias de los ratones, está el hecho de servir como animales de experimentación – algunas de sus especies por supuesto – que permiten realizar en sus diminutos cuerpos, importantes investigaciones medicas especializadas originarias de nuevas moléculas para prevenir, curar y/o mantener en equilibrio la salud de los humanos.

Otra virtud de los ratones que involucra el disfrute de la fantasía -infantil y adulta- el turismo, la mercadología y por supuesto “los negocios” lo constituye el famoso “Mickey Mouse”, originario de otros parques fuera de los Estados Unidos por el movimiento financiero que representa.

Sin embargo, un gran “dolor de cabeza” para el ser humano ocurre cuando estos diminutos y a veces “robustos” animalitos le invaden su hogar, le destruyen sus mercancías alimenticias depositadas en la despensa, o le “pican lentamente” el titulo de su hogar o el pasaporte personal, en estos casos, el “dueño” del título o pasaporte, es quien más sufre, pues debe iniciar  -vía abogado- un nuevo procedimiento legal para adquirir su documento.

Las “enfermedades crónicas no transmisibles” (ECNT) dentro de las cuales están diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer y enfermedades pulmonares, son las más temidas del momento, pues, aparte de llevarles la vida al 60% de los humanos –datos de la ONU presentados en la última Asamblea en Septiembre 2011 en New York- son las “más costosas” para la canasta familiar de cualquier hogar.

Su instalación  es “lenta y  progresiva” –como los ratones- y a quien más le duele es al “dueño del cuerpo” pues  el deterioro de su calidad de vida y las dificultades para compartir socialmente le mantienen en un estado depresivo final.

Según el último estudio –terminado en noviembre del año 2011 – sobre los factores de riesgo cardiovascular (EFRICARD II) realizado en nuestro país por los endocrinólogos, cardiólogos, SENASA y el Instituto de Cardiología, tenemos más gordos, más diabéticos, más hipertensos, más problemas del colesterol y los triglicéridos, que dependen en su gran mayoría del sedentarismo en aumento, los desordenes nutricionales y el déficit educacional en la población que solo una estrategia nacional  y la voluntad política podrían cambiar.

Nuestro país cuenta con el Instituto Dominicano de Alimentación y Nutrición (IDAN) creado mediante decreto 427-91 del doctor Joaquín Balaguer, para educar, orientar, formar recursos humanos y jugar el papel oficial sobre alimentación y nutrición de los dominicanos, que le correspondió hacer desde su fundación. Honradamente, “no sé” donde está ubicado. ¿Sabe  usted, amigo lector?.

El Nacional

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