Renovación o sepultura
La Serie del Caribe cerró las bambalinas y nuevamente el país cumplió su cometido, tanto organizativo como en la competencia, con los Leones del Escogido como nuevo monarca.
El hecho de que se cumplió con la ruta crítica, sin tropiezos, no quiere decir bajo ningún concepto que todo fue color de rosa, todo a pedir de boca, como expresó el doctor Leonardo Matos Berrido, presidente de la Liga Dominicana de Béisbol Profesional.
El tradicional clásico caribeño viene experimentando declive en
el aspecto competitivo desde hace años, y lo prueba que cada versión se realiza con menos figuras de cartel,
de jerarquía en el béisbol de las Grandes Ligas.
La forma como el Escogido se coronó, faltando dos fechas por jugar, motivó que los especialistas extranjeros y locales en la materia expusieran sus criterios coincidentes en un mismo punto, la renovación del formato de competencia de la serie, adecuarlo a los nuevos tiempos para que concite total atención de los aficionados de principio a fin.
Los periodistas que dieron cobertura al torneo han expresado con claridad meridiana a la Confederación del Caribe de Béisbol, que preside el dominicano Juan Francisco Puello Herrera, a través de sus diferentes medios, que debe ser inminente el cambio de formato de la competencia, que no es posible seguir apegado a un sistema que ya se muestra obsoleto y desprovisto de elementos que motiven y provoquen un mejor nivel de calidad en la competencia.
Puello Herrera expresó que se estudia la posibilidad de incluir dos equipos más para la próxima serie, que de producirse estamos totalmente de acuerdo y debió suceder hace tiempo, pero ese paso no resolverá el problema ni mejorará la competencia si se mantiene el mismo esquema.
Deben abocarse a una reingeniería porque la realidad así lo plantea, tomando en cuenta otros factores importantes como la captación de fanáticos que de manera silente y permanente se van alejando, lo que obliga a establecer los posibles motivos para implementar los correctivos correspondientes.
Las ligas de el Caribe deben estar abiertas a sacrificarse, si fuere necesario, con tal de mantener con vida este tradicional certamen, que en otros tiempos fue catalogada como la Serie Mundial del Caribe.
El montaje en el país sirvió de radiografía para mostrar la gravedad de este paciente, que de no recibir la debida asistencia podría provocar un desenlace fatal.
