Debo públicamente, desde esta mi tribuna semanal, poner de manifiesto mi satisfacción y orgullo por ser miembro de una institución de trayectoria y aportes a la sociedad dominicana como la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo.
La benemérita ACD, para los que llevan anotaciones, nació un nueve de marzo de 1929
y si se evalúa su largo trayecto recorrido en favor del deporte nacional se puede determinar que ha tenido más altas que bajas, solidez y un prestigio social bien ganado que motiva a festejar y llenar de orgullo a cada uno de sus miembros.
En tiempos de inversión de valores, de desprecio y favoritismo, de irrespeto a la historia, de suplantación de la profesionalidad por la chachara, la ACD se mantiene firme, fuerte y creciendo cuantitativa y cualitativamente sin importar las limitantes económicas por la que atraviesa en los últimos años para la realización de sus actividades habituales.
La ACD es una entidad que forjaron hombres de trayectoria acrisolada como Don Pedro Julio Santana, Manuel Joaquín Báez Vargas, Julio C. Linval, Fernando A. Soto, Mario Álvarez Dugan, Cuchito, Álvaro Arvelo hijo, Fidencio Garris, Max Reynoso, Félix Acosta Núñez, Emilio Nicolás Córdova, Cuqui, entre otros valiosos e inolvidables miembros de la crónica especializada en deportes, comprometida con los más sanos y mejores intereses de la colectividad.
La nueva generación, como inevitable relevo generacional como indica la dialéctica, debe crear conciencia para poder asumir ese gran reto de mantener en alto la dignidad, el prestigio y el buen ganado nombre de la ACD, de ahí que su integración a las actividades y trabajos de la entidad debe ser asumida con conciencia y entrega para garantizar su permanencia en el tiempo. La ACD de hoy es más que ágape, tertulias y fiestas; es capacitación, protección y recreación para todos sus miembros, una entidad capaz de distinguir anualmente a los atletas de alto rendimiento más destacados y premiar a sus miembros más sobresalientes.
Disfrutemos de la semana aniversario de la benemérita, que comenzó el miércoles con una charla del senador por la provincia Espaillat, José Rafael Vargas, que sigue este domingo con un intercambio deportivo-pasadía con los empleados del Banco de Reservas en la casa-club de la institución bancaria y que culminará con broche de oro con la ceremonia al Atleta del año el domingo 18 en el hotel El Embajador.
