La Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo, ACD, cumpliendo con su programa de actividades, realizará el próximo miércoles 29 la octava edición de la premiación Cronista del Año, para reconocer la labor realizada por los comunicadores especializados en deportes durante el 2012.

Una de las actividades más odiosas que exista, en un conglomerado cualquiera, es la de escoger a ganadores de diferentes renglones, porque los egos se crecen y todos se creen merecedores. Antes de la ceremonia comienzan las presiones, durante aumentan las tensiones y después surgen las maldiciones.

De un momento a otro, una iniciativa que tiene como primigenia intención reconocer la labor, la dedicación, el esfuerzo y la calidad del trabajo en los diferentes medios de comunicación en materia de deporte de los miembros de la ACD, se convierte en una incubadora de resentimientos, de descalificaciones, enemistades y hasta odios porque las apetencias de lograr un reconocimiento, en muchos casos, obnubila el entendimiento.

El error es del humano, por lo que los miembros del Comité Ejecutivo de la benemérita institución que agrupa a los comunicadores deportivos se pueden equivocar en un momento determinado en su percepción, pero jamás constituirse en un bloque para beneficiar de manera deliberada a alguien en particular.

Independientemente de los consabidos cabildeos y la búsqueda del tráfico de influencias, los resultados son el producto de la íntima convicción de los encargados de elegir a los nominados y ganadores de cada renglón, nunca por imposición.

En momentos de restricciones económicas y cortes presupuestarios, la ACD, contra viento y marea, mantiene la organización del Cronista del Año reconociendo el valor motivacional que representa para sus miembros.

Se enaltece la ceremonia de este año cuando se dedica a tres paladines de la libertad de expresión y de los mejores intereses de la nación como son el maestro Juan Bolívar Díaz, Huchi Lora y Marino Zapete, una manera de estimular y motivar a los miembros para que se identifiquen con el mejor ejercicio del periodismo apegado a los preceptos éticos.

El Cronista del Año es una fiesta de confraternidad de la clase, una buena oportunidad para estrechar lazos de amistad sincera, que es la mejor manera de combatir la mediocridad, la envidia y la amargura que tanto degradan la condición humana.

Por eso hoy, previo a la ceremonia de premiación, quiero desde este mi espacio, brindar por los nominados y felicitarlos de antemano para que al final de esa hermosa jornada no haya vencidos ni vencedores, sino una ACD más fuerte.