Lo que está pasando con la selección nacional de baloncesto de adultos despierta interés y mucho entusiasmo entre los amantes de esa disciplina, porque se nota la marcada intención de encaminar ese proyecto a un nivel mundialista.
La integración de un dirigente de la reputación de John Calipati, que encabeza un equipo técnico envidiable y del más alto nivel que integran Del Harris, Rod Strickland, Orlando Antigua y Luis Felipe López, pone en evidencia que hay una real y efectiva intención y la seriedad debida para colocar nuestro baloncesto en el mapa mundial, aprovechando el momentum que viven nuestros principales jugadores en la mejor liga del planeta, la NBA, me refiero a Alfred Horford Reynoso, Francisco García y Charlie Villanueva.
Ya era tiempo que alguien se decidiera a imitar la iniciativa y la visión que tuvo el licenciado Cristóbal Marte Hoffiz, quien creó un proyecto con el voleibol femenino y los resultados han sobrepasado las expectativas, por eso en esta oportunidad se valora en su justa dimensión la inversión y el esfuerzo que realiza el empresario Eduardo Najri y su equipo de trabajo para catapultar el baloncesto nacional entre los mejores del mundo.
Por lo que se ha visto hasta ahora, hay talento de sobra para lograrlo, además de Villanueva, García y Horford sobresalen Edgar Sosa, que viene a resolver el gran problema de la posición de armador, Ronald Ramón, quién está llamado a actuar como respaldo de Sosa, Luis Flores, quien por primera vez podrá concentrarse en como defensa tirador, el veterano Jack Michael Martínez, Eloy Vargas, Eulis Báez, Juan Pablo Montás, Kelvin Peña, Manuel Fortuna, Manuel Guzmán, Orlando Sánchez, Ricardo Sóliver, entre otros.
Hay que tener claro que este es sólo el arranque, que el entusiasmo no puede nublar el entendimiento de que este proyecto irá cumpliendo paso a paso sus propósitos, lo digo porque siempre hay personas que si no hay grandes resultados de inmediato consideran fracaso cualquier actuación, y no es así cuando se trabaja con planificación como es el caso que trato en esta oportunidad.
Creo que fue acertada la decisión de la Federación Dominicana de Baloncesto de ceder el manejo del equipo superior nacional, porque tanto talento y su alta cotización hacía imposible su manejo, independientemente de que era tiempo de que se produjera un cambio de visión gerencial, con un criterio enfocado a unos fines claros y no a caprichos de dirigentes federados.
El entusiasmo que ha despertado la selección nacional de baloncesto es muy positivo, oportuno y debe valorarse Enhorabuena.
