Editorial

Reflexión presidencial

Reflexión presidencial

El presidente Leonel Fernández reconoce que la crisis financiera global constituye una amenaza para la estabilidad económica de República Dominicana y que en el 2009 su Gobierno tendrá que lidiar con   circunstancias adversas y difíciles.

Esa premonición, expuesta anoche por el Presidente durante la ceremonia de encendido del Arbol de Navidad en el Palacio Nacional, se recibe como adelanto del discurso que prometió dirigir a la nación esta semana, aunque lo aplazó para la próxima, en el que seguramente se referirá a los temores  sobre un aciago porvenir.

El mandatario ha dado un primer paso en firme al admitir que los dominicanos  afrontarán condiciones  previsiblemente adversas en el 2009, a causa principalmente de factores externos relacionados con la crisis financiera que convulsiona al mundo.

Como es su deber, el presidente Fernández procura levantar el ánimo nacional, al asegurar que  su Gobierno hará todo lo que esté a su alcance para garantizar la estabilidad amenazada hoy por el difícil entorno internacional.

La reflexión presidencial puede interpretarse también como un ejercicio de autocrítica gubernamental, pues señaló que “ojalá que el próximo año podamos  trabajar de manera más eficiente en ir solucionando el problema eléctrico, disminuir los problemas de la criminalidad y la violencia.”

En verdad que la crisis eléctrica, auge de la violencia y criminalidad son males agobiantes, cuyos devastadores impactos sobre el precario sosiego nacional, no han podido siquiera ser aliviados por el abordaje oficial.

Las circunstancias adversas y difíciles que refiere el Presidente sobre el año que se acerca, obligan a la sociedad toda a trabajar desde ahora en el ensamblaje de una gran fortaleza de voluntades para poder afrontar los efectos de un incontrolable tifón financiero.

El compromiso presidencial de trabajar en el 2009 para preservar la estabilidad macroeconómica, generar mayor confianza, promover inversión,  avanzar en la solución de la crisis eléctrica, afrontar la creciente criminalidad y violencia, no debe perderse entre luces y guirnaldas.

La admisión presidencial de que la economía nacional está expuesta a mayores trastornos el año entrante es ya un primer paso hacia un  verdadero blindaje que sólo puede ser erigido con el esfuerzo combinado de poderes públicos, sector productivo, liderazgo político, élites académicas y todo el gentilicio dominicano.

El Nacional

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