Acorde con la etapa que vivimos he aprovechado estos días navideños para recargar mis baterías tratando de ayudar siquiera con un buen consejo que a veces resulta milagroso porque lo hago siempre de buena fe.
El año que terminamos ha resultado casi en todas partes repleto de problemas, la mayoría motorizados por parecidos motivos; la violencia protagonizando, dejando en nuestro país 2150 muertes, algo inferior al año pasado, pero alarmante registro oficial.
Destacamos este delicado tema con dolor, porque necesitamos especialmente ese sector nítido. Esto es importante, aunque sabemos que la juventud no esta en los años, sino en la frescura del pensamiento y actualización de sus ideas. Lo digo porque, a mis 75 años, me siento en capacidad de iniciar cualquier proyecto.
De verdad que el primer obstáculo que advierto ahora es la radical desunión. Parece mentira que el único partido que ha superado proyectarse es el que lidera don Guillermo Moreno, Alianza País, y lo felicito, porque ser justo honra pues don Guillermo ha sido coherente y objetivo con sus planteamientos, siempre basado en la transparencia como debe actuar toda oposición en términos democráticos.
Muchos dominicanos todavía no han medido la importancia del 4% para nuestra precaria educación. Contamos con un pueblo bendito por Dios, que si ayudamos de verdad al nuevo presidente, podríamos nivelar los déficit acumulados y aprovechar ampliamente las grandes reservas que tenemos, y más con la base material, que dejó el gobierno de Don Leonel Fernández aunque con muchos déficit tipo los Estados Unidos; pero en Estados Unidos se nivelará.
Presidente Medina, insista y utilice más a los nuevos funcionarios, que lucen bien recauchados y frescos. A propósito, el 21 de diciembre escuché uno de los tantos programas que veo por televisión, el de Pablo Mckinney, entrevistando a Roberto Rodríguez Marchena, muy refrescante, convincente y democrático.
Felicito a los productores. Claro, don Pablo estudió sociología en España y don Roberto Rodríguez en Bulgaria. El secretario administrativos de la Presidencia, el ministro de Agricultura, el de Industria y Comercio y el de Obras Públicas, nos lucen transparentes, finos y con suficiente olfato para impulsar la histórica etapa de Don Danilo Medina, gran discípulo de Bosch, a quien recuerdo con respeto y admiración, porque inclusive lo representé junto al doctor Pablo Solano Hernández, fallecido en las elecciones del 1966 por la Vega, Jarabacoa, Constanza, donde, por cierto, ganó el doctor Balaguer, quien a su vez estaba representando por el ingeniero Elías Brache y nos ganaron dichas elecciones. Renuevo mis mejores voluntades para salud y bienestar a todos mis familias, amigos y relacionados, deseándoles venturoso año 2013 y que la paz y el sosiego sean una realidad, que tanta falta nos hace.
