Mientras los regidores de los ayuntamientos de los municipios de la provincia de Santo Domingo ganan salarios de lujo, los obreros de los cabildos ganan un sueldo de miseria que va desde RD$2,500 hasta RD$5,500, a pesar de estar expuestos a enfermedades infecto contagiosas y a muchas horas de trabajo bajo la inclemencia del sol.
Esa inequidad fue reconocida ayer por los propios alcaldes de Santo Domingo Norte, Santo Domingo Este, Santo Oeste, Boca Chica y Los Alcarrizos, quienes aseguraron que ese desequilibrio salarial debe corregirse.
Al participar en el Almuerzo de los medios del Grupo de Comunicaciones Corripio, René Polanco, Alfredo Martínez, Francisco Peña, Radhamés Castro y Danilo Santos (Junior) revelaron que muchos de los regidores quieren hasta tarjeta de crédito de representación.
Los que menos ganan son los obreros de Los Alcarrizos, con un sueldo mínimo de RD$2,500 pesos, mientras un regidor gana RD$80,000 pesos, según dijo Junior Santos.
Le sigue Boca Chica, donde explicó el alcalde Castro que el salario de los obreros es de RD$3,500, pero para los regidores es de RD$60,000.
El alcalde Peña, de Santo Domingo Oeste, dijo que el sueldo mínimo está en 4,000 y el de un regidor en RD$150,000
En Santo Domingo Norte, el sueldo es de RD$5,000 para los trabajadores, mientras un regidor ronda los RD$160,000, al igual que en Santo Domingo Este, pero los ediles cobran un salario más alto, que es de RD$222,000.
El sueldo mínimo en República Dominicana para las instituciones públicas y privadas varía, pero está entre los siete mil a los once mil pesos.
Reconocieron que hay un sueldo mínimo aprobado en República Dominicana, pero que en el caso de los ayuntamientos no se cumple.
De acuerdo a la escala salarial en los ayuntamientos, la vicealcaldesa gana un 20% menos que el sueldo del alcalde, mientras un regidor no puede tener un emolumento superior a la segunda ejecutiva municipal.
Sin embargo, los regidores en años perdidos en el pasado eran ciudadanos que realizaban ese trabajo de forma honorífica, lo que no ocurre ahora que pueden compartir su trabajo en el ayuntamiento con cualquier otro cargo público o privado.
Doble sueldo
Los alcaldes Polanco, Martínez y Peña, de los municipios Norte, Este y Oeste, anunciaron que tienen los recursos para pagar la regalía a sus obreros.
Sin embargo, en el caso de Los Alcarrizos y Boca Chica, sus alcaldes Santos y Castro anunciaron que sometieron un préstamo en el Banco de Reservas para cumplir con el salario 13.
El alcalde Polanco y Martínez anunciaron que con recursos propios sus ayuntamientos pagarán el doble sueldo el 7 de diciembre, dos días después de lo anunciado por el Gobierno.
Peña anunció que los trabajadores de Santo Domingo Oeste cobrarán su salario 13, y que hasta pudo haberlo hecho ayer si hubiera querido.
Santos aseguró que utilizó el dinero de la regalía para comprar un local del ayuntamiento y lo repondrá con el préstamo.
Sobre transparencia
Los alcaldes aseguraron que manejan los fondos del ayuntamiento con mucha transparencia y que tienen muchos controles administrativos.
Coincidieron en que para ejecutar el presupuesto de sus cabildos tienen que someterse a fiscalizaciones de la Contraloría General de la República, como a las auditorías que regularmente realiza la Cámara de Cuentas.
Dijo que es cosa del pasado que los archivos y documentos administrativos estén en la gaveta de un escritorio del alcalde, porque ahora hasta las organizaciones sectoriales y el común del ciudadano conocen sus derechos y saben de la obligatoriedad de aplicar el Presupuesto Participativo Municipal.
Señalaron que están obligados a ejecutar el 25% del presupuesto para pago de nómina, un 31% para servicios y un 40 por ciento para obras municipales.
Sin embargo, el alcalde de Santo Domingo Este consideró que se debe ampliar el porcentaje para los servicios, debido a que son cuantiosos los compromisos que tienen que cubrir los ayuntamientos en su municipio para poder cumplir con sus pobladores.
UN APUNTE:
Préstamos
Onofre Rojas, ejecutivo de la Gran Mancomunidad de Santo Domingo, favoreció un préstamo blando de Japón, para la ejecución del relleno sanitario y reciclaje.
