Lo más natural es que la oposición y los sectores desafectos al Gobierno disintieran, con razón o sin ella, de la rendición de cuentas del presidente Danilo Medina con motivo del Día de la Independencia. Pero como no todo es política pareceres como el del presidente de la Asociación de Industrias de República Dominicana (AIRD), Campos de Moya, representan por lo menos un toque de atención.

Más que los aspectos positivos deben valorarse aquellos que, según De Moya, palpitan en la opinión pública.

El dirigente empresarial consideró que la alocución, tan ponderada por sectores afines al oficialismo, no llenó las expectativas, porque excluyó temas como la corrupción, la impunidad, el endeudamiento público y la reestructuración del gabinete.

Pero también señaló que ni siquiera las acciones anunciadas para reforzar la frontera satisfacen a la sociedad “porque una gran cantidad de extranjeros, no exclusivamente haitianos, ha estado escogiendo a República Dominicana para residir de manera permanente”.

Con lo conciliatorio con los gobiernos que ha sido el sector empresarial los señalamientos de De Moya son dignos de tomarse en cuenta.

El panorama que pintó el mandatario contrasta de tal modo con la visión del presidente de la AIRD, que este reparó en que el Gobierno tiene ministros con mucho tiempo en sus funciones, habituados en las posiciones que ocupan, por lo que la sociedad esperaba los cambios de gente nueva que le dieran nuevo rumbo a la actual administración.

La de De Moya no es una opinión pública.