Opinión

Revisemos la Ley 87-01

Revisemos la Ley 87-01

Muchas horas fueron dedicadas a consensuar la Ley 87-01, que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), entre todas las corrientes políticas, los empresarios, los sindicalistas, nuestro gremio médico y de instituciones afines, los sectores sociales independientes, las organizaciones sin fines de lucro (ONG) los discapacitados, en fin, toda la sociedad dominicana, para hacerla presente a partir del 9 de mayo del año 2001.

El ideólogo. doctor Jose Francisco Peña Gómez, recibió el respaldo del presidente de turno, Hipólito Mejia, en conmemoración de su tercer aniversario de fallecido. Promulgó la ley que ahora cumple sus primeros 10 años.

Esta ley, que es “un consomé” de los sistemas de salud más avanzados de América y Europa  con profundo contenido humano y que persigue “abaratar” los servicios de salud, fue proyectada en todos los medios sociales por el licenciado Arismendi Díaz Santana, quien, en coordinación con el licenciado Iván Rondón Sánchez,  presidente de la Comisión Permanente de Seguridad Social  del Senado, sometieron y  lograron la aprobación de la misma.

Una institución “silente”, pero de gran rendimiento a la salud de los dominicanos como  es la Comisión de Reforma del Sector Salud (CERSS) presidida entonces por el licenciado José Lois Malkum, sirvió de escenario para reunir a empresarios, sindicalistas, gremios médicos y sociales    (protagonistas del dialogo) sin horario  y sin “límite de tiempo”.

Uno de los objetivos esenciales. al  cabo de su primera década de promulgación, justo ahora, era colocar a  República Dominicana entre los países “más avanzados” de América Latina en materia de seguridad social, no obstante,  los  “protagonistas” del sistema,  reportan “deficiencias”, haciendo “infuncional” en algunos aspectos dicha ley.

 

Muchas dificultades halló la CERSS para “ensamblar” los planes médicos, pues,  las “debilidades estadísticas” de los problemas de salud, la poca oferta de médicos capacitados para emprender la “atención primaria” como puerta de entrada, el sistema de “referencia y contra referencia”, la “receta única”, la facturación y tarifas de los procedimientos médicos, la “descentralización hospitalaria”, en fin, fueron muchas las “estrategias”  que han provocado la aparición de “entuertos” en la vigencia de la Ley 87-01.

En los mejores sistemas de salud que existen en el mundo, las revisiones “congresuales” no constituyen “novedad”, es “un deber”, siempre persiguiendo beneficiar con ellas a las grandes mayorías.

El Nacional

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