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Riqueza y pobreza se ligan en sectores reside la clase alta

Riqueza  y pobreza se ligan en sectores reside la clase alta

Las urbanizaciones y residenciales de las clases alta y media alta de Santo Domingo, tienen en su interior o en sus alrededores comunidades que son como una especie de “urticaria”, que rompen la dinámica de esos sectores.

La Puya, El Caliche, La Yuca, El Manguito, Las Tablitas, La Yagüita, Los Praditos y El Quisqueyita, son los nombres de algunos sectores pobres enquistados en los residenciales de “gente pudiente”.

El surgimiento de estos barrios no ha podido ser controlado por el cabildo del Distrito Nacional, debido a que surgieron en épocas de turbulencia o de revueltas como 1965 y 1984.

Mientras los residenciales y condominios de los barrios ricos tienen calles asfaltadas y amplias aceras y contenes, en los barrios pobres las vías son estrechas, generalmente callejones y las aceras y contenes están pegados a las viviendas.

Los barrios de ricos poseen jardines bien cuidados, áreas verdes, cocheras y terrazas, mientras en los barrios marginados no hay árboles, los vehículos permanecen estacionados en las calles y la gente aprovecha hasta el último metro de terreno disponible para ampliar su vivienda.

Los barrios “carenciados”, como se les llama, están repletos de bancas de lotería, billares, colmadones, carnicerías, quioscos en los que se venden productos agrícolas, y uno o dos bares.

Los residenciales no registran establecimientos de ese tipo, y sus moradores sólo son vistos en las calles cuando salen a “trotar” o a pasear el perro.

Otra característica de los barios pobres es el elevado número de zapatos y tenis colgados en la maraña de cables del tendido eléctrico, y la presencia de distintas personas tomando ron y cerveza en las aceras.

En los barrios de ricos los vehículos son casi siempre todo terreno o 4X4, generalmente yipetas, o automóviles con menos de cinco años de uso, pero en los barrios pobres los vehículos son camionetas y motocicletas.

La Puya

El barrio La Puya es un conjunto de casas apiñadas en uno de los cerros de Arroyo Hondo, una de cuyas laderas culmina en las orillas del río Isabela.

Nadie sabe cuándo comenzó la migración hacia este sector, aledaño al llamado residencial Chino, que cuenta con un extenso campo de golf, piscinas y otras comodidades.

La Puya tiene tres calles designadas Primera, Segunda y Tercera, y un incalculable número de callejones, llamados modernamente “peatonales”, por donde no circula ningún vehículo debido a la estrechez de los mismos.

En este sector viven 1,200 personas de escasos recursos, chiriperos, obreros, vendedores ambulantes y una creciente población de inmigrantes haitianos que se ganan la vida como albañiles, y venduteros de frutas y vegetales en las calles.

El liceo Profesor Juan Bosch es el mejor edificio de este lugar de dos kilómetros cuadrados de extensión, donde los robos, asaltos y violaciones sexuales son frecuentes.

La Yuca

Este es otro barrio pobre incrustado en el centro del ensanche Naco, entre la avenida 27 de Febrero, y las calles Roberto Pastoriza y Club Scout, en el mismo Polígono Central de la Capital.

Su nombre proviene de una finca que existía en el lugar y en la cual la yuca era el rubro de mayor cosecha, según algunas personas que llegaron al lugar a principio de 1970.

En este barrio viven alrededor de 2,800 personas en casas de concreto, construidas según el parecer de sus propietarios.

El sector posee una escuela denominada Nuris Zarzuela que también sirve como club recreativo y cultural y como salón de eventos sociales.

El Manguito

Este barrio está ubicado en las inmediaciones del sector La Julia y su principal entrada está en la avenida Winston Churchill.

El barrio es famoso por las continuas actividades del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y por los pollos Suriel, horneados al carbón.

Con seis estrechas calles en este lugar viven alrededor de 2,000 personas que disfrutan de los beneficios de estar en el centro de la ciudad, servicio de agua `potable y electricidad permanentes y servicio de seguridad constante.

Los Praditos

El sector de Los Praditos tiene su nombre por la cercanía con el residencial Los Prados, y abarca desde la avenida Doctor Defilló hasta las inmediaciones de Teleantillas.

Este lugar era una finca donde primero se asentó un señor conocido como Negro, que pastoreaba un rebaño de reses que fueron sacadas del área a medida que la gente ocupaba los predios.

Los Praditos tiene costosas viviendas, algunas de mucho mayor valor que las viviendas de Los Prados, a pesar del hacinamiento de los moradores del sector.

La Yagüita

Es un pequeño barrio ubicado en el mismo corazón de Los Jardines del Norte, al que se llega por la avenida Doctor Defilló.

En este lugar las casas fueron construidas sin planificación alguna y de acuerdo a la prisa de sus propietarios.

Está habitado por gente humilde de clase media y baja, y por un elevado número de inmigrantes haitianos que generalmente pasan gran parte del tiempo en un billar del sector.

El Caliche

Tal como su nombre lo indica este barrio es parte de la mina de caliche de la desaparecida Fábrica Dominicana de Cemento (La Cementera) clausurada por el régimen del doctor Joaquín Balaguer a partir de 1986.

Este sector resume las condiciones de la pobreza extrema, debido a que no tiene calles, sino un interminable laberinto de callejones, donde la criminalidad, el uso de estupefacientes y la prostitución son el común denominador.

El Caliche está enganchado a una colina que bordea el barrio de Cristo Rey, una parte de Arroyo Hondo, y el llamado Puerto Isabela, antiguo Hoyo de Chulín.

En el Distrito Nacional existen otros sectores con iguales características como El Quisqueyita, surgido en el ensanche El Quisqueya; y en Santo Domingo Este, Las Tablitas, en el barrio de Los Mameyes, que son zonas de clase media.

Los barrios pobres en medio de sectores ricos, existen también en otras naciones de mayor crecimiento que República Dominicana.

Hay quienes opinan que esa situación es una característica de los países del tercer mundo, donde ricos y pobres conviven.

El Nacional

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