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Robo accesorios autos, millonario negocio a la vista de las autoridades

Robo accesorios autos, millonario negocio a la vista de las autoridades

Santo Domingo.-Mientras el robo de autos disminuye en República Dominicana, según cifras oficiales, el hurto de accesorios y partes de estos parece ir en aumento cada día. No hay lugares exclusivos a la hora de estacionarse en cualquier lugar público. Lo más “normal” es que cuando retorne algo le falte a su carro.

Espejos retrovisores, luces, parabrisas, antenas, logos, centro de neumáticos, letras, gomas de repuestas y demás partes de vehículos son robados en cualquier calle o avenida del Gran Santo Domingo, o en cualquier otra provincia del país, creando un gasto adicional y un malestar generalizado que afecta a todo el que tiene un automóvil.

“Yo llegué a la escuela Panamá y me había estacionado donde siempre lo hago, en la calle Costa Rica, que es una calle muy transitada. Ese día solo entré a llevar algo a un curso. No tardé en salir más de cinco minutos y cuando regresé ya a mi carro le habían robado los dos espejos retrovisores, y el logo de Toyota”, narró Juan Antonio Montero, taxista.

Los ladrones en su mayoría son individuos de 17-30 años que merodean en calles y avenidas en el centro de la ciudad, sin importar la vigilancia del lugar, ubicando autos a los cuales les interesa robarles un determinado accesorio. Ya sea encargado de antemano o para venderlo como mercancía de inventario.

Sólo necesitan una mochila, bulto, bolsa plástica o saco, un destornillador, y un alicate en algunos casos, para realizar su hazaña.

Su experiencia y destreza para quitar lo que quieren hace que apenas en segundos tengan la parte deseada. Andan en grupo de dos o en solitario. Pueden desplazarse a pie, en bicicletas o en pasolas y otros tipos de motos.

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Aunque pueda parecer extraño este negocio que visto de manera particular se cree de poca importancia, cuando se analiza de manera global y a través de datos estadísticos, muestra números que generan millones de pesos en pérdidas (aseguradoras y particulares) para unos y en ganancias para otros (ladrones, y compradores-vendedores).

En cualquier esquina del Gran Santo Domingo son comunes los negocios de venta de autopartes originales para todo tipo vehículos, sin importar la marca, el modelo, ni el año. Algo notable es que muchos locales de ventas no se corresponden con la cantidad y la calidad de la mercancía que exhiben, y de seguro no pasarían una revisión legal.

La calle Marcos Ruiz (antigua 20) se ha convertido en el lugar ideal para comprar cualquier parte o accesorio de automóviles que se ande buscando a un mejor precio. Posiblemente la explicación sea que en esta zona se concentra un elevado número de negocios de este tipo. Y también es el área donde se mueve la mayor cantidad de accesorios robados en todo el país.

A la llegada a muchas de las calles o avenidas de algunos sectores capitalino como Villa Juana, Villas Agrícolas, la avenida padre Castellanos y Los Minas entre otros, grupos de hombres como hienas sobre una carroña se lanzan sobre el vehículo y casi al unísono preguntan lo que se desea comprar.

“Dime qué es lo que quieres. Aquí tenemos de todo, y si no, te lo buscamos”, expreso un hombre de uno 30 años, mientras agitaba un destornillador de un lado a otro.

El movimiento de hombres en vehículos y a pie que entran y salen de tiendas y que finamente terminan negociando con los buscones es extraordinario. De la nada se ve a un muchacho de unos 18 años salir de un lugar con unos espejos en las manos, se lo entrega a otro hombre que se marcha como si nada a un lugar donde lo esperan dos individuos en un vehículo.

Los robos de autopartes, accesorios o como quiera usted llamarlo es un negocio que mueve millones de pesos cada mes. Creado por una cadena de circunstancias que inicia con los ladrones que usan este medio para sustentarse económicamente.

A la vez el robo crea un mercado ilegal en donde se consiguen las piezas a un mejor precio.

El negocio del mercado negro de piezas de automóviles que en un gran porcentaje son robadas es muy lucrativo por tres razones básicas: Primero las piezas de reemplazos (carabelitas como también se les llama) son de procedencia china o taiwanesa y aunque baratas son de muy mala calidad.

La segunda razón es que las partes nuevas y orinales, que casi siempre son vendidas por las casas distribuidoras de automóviles o un dealer autorizado, por ser artículos originales y del mismo fabricante de la máquina se venden a un elevado precio.

Aquí entra el mercado negro y los negocios formales de autopartes que venderán piezas usadas como “nuevas y cien por ciento originales” a precios muy razonables. Debido a que en muchas ocasiones los comercios formales de piezas usadas no pueden suplir la demanda de accesorios, el mercado negro y los buscones toman el control de las ventas.

Después de hurtado un accesorio ira directamente a las manos de un buscón o al inventario de uno de esos negocios informales que viven de ese comercio. A la persona que se le robó una determinada parte de su carro tendrá la necesidad de comprar la pieza robada.

Por razones de precio y durabilidad buscará una original aunque usada en el mercado paralelo ya creado. Este tipo de negocios bajo ninguna circunstancia podría operar sin la complicidad de las personas que compran en las calles, y de los sectores policiales que patrullan o dominan las áreas de acción de ladrones y vendedores.

“Si me compra los espejos y los logos a mí, te lo monto con un sistema de Gillette (navajas) y ya instaladas nadie podrá robártelo de nuevo. Y yo te garantizo el trabajo”, enfatizó otro buscón. Estos por lo regular no dan sus nombres mi permiten ser fotografiados.

El robo interno de los automóviles es otra manera de la delincuencia que sigue en aumento. Los malhechores violan la cerraduras o simplemente rompen uno de los cristales y desmantelan la parte interna del vehículo robando, radio, accesorios y todas las pertenencias que encuentren. Los ladrones de partes, casi nunca violan ni roban otras pertenencias.

Precios

Durante la investigación de campo para este reportaje escogimos un vehículo Toyota Corolla S 2006 como modelo de análisis de compra de autopartes. Al vehículo señalado le fueron robados los espejos retrovisores y los emblemas “Corolla” y “S”.

El precio dado en la cotización de la empresa responsable de las partes originales de los Toyota fue el siguiente: los espejos retrovisores son vendidos a 3,974 pesos cada uno. El emblema Corolla tiene un precio de 3,230 pesos y el emblema “S” cuesta 2,161 pesos. A estos precios se les debe agregar el 18 % del ITBIS.

Comprado en otra tienda que solo vende piezas nuevas de reemplazo, réplicas o carabelitas, el precio fue como sigue. Los espejos retrovisores son vendidos a 2,100 pesos cada uno. El emblema Corolla tiene un precio de 500 pesos. Y el emblema “S” cuesta 800 pesos.

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Los precios en el mercado negro son como siguen: Espejos retrovisores a 800 pesos, emblema Corolla 1,000 pesos y emblema “S” a 700 pesos. Estos accesorios son usados, pero originales y de procedencia no determinada y sus precios pueden bajar aun más.

Un apunte

Aseguradoras
Las compañías aseguradoras estarían pagando entre 200 a 216 millones de pesos semestralmente por robos de autos de todas las marcas y modelos.

Las aseguradoras recibieron reportes y notificaciones de propietarios de vehículos robados por encima de los 700 millones de pesos, pero en el presente 2017 los reclamos han bajado en más de un cuarenta por ciento, según una publicación del diario Hoy del 14 de noviembre.

El Nacional

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