Como padres solemos creer que en la vida de nuestros hijos somos algo así como un superhéroe que debe estar pendiente de salvarlos en todo momento. Pero lo real es que nuestra misión, además de cuidarlos y protegerlos, debe ser formar seres independientes, que tengan la inteligencia y habilidad de, en un momento determinado, resolver los conflictos que se le presenten.
La misión de ser padres representa un gran compromiso con la formación de seres humanos funcionales y felices, pero sobre todo prepararlos para enfrentarse solos al mundo que se encuentra fuera del seno familiar.
La psicóloga Olga María Renville explica que en ese aspecto muchos padres solemos preguntarnos hasta dónde podemos intervenir en la solución de los conflictos que se irán presentando a lo largo del desarrollo de la vida de nuestros hijos o qué es lo verdaderamente sano en este sentido y cuál es el rol que como padres debemos desempeñar.
La profesional define por conflicto, a toda situación o circunstancia que produce un sentimiento de incomodidad, mal humor, impotencia o ansiedad.
“Las situaciones de discrepancia y tensión son algo propio de las relaciones sociales. Solemos valorarlas como algo muy negativo y tendemos a evitarlas pero, en ocasiones son una oportunidad para aprender”, dijo. Como padres debemos enseñar a nuestros hijos a enfrentar, manejar y resolver este tipo de situaciones con ecuanimidad. Deben aprender a expresar sus sentimientos de tal manera que los puedan conducir a mejor decisiones y relaciones.
Renville, quien tiene su consulta en el centro Psicológicamente, afirma que si se enseña los niños a hacer frente a los conflictos con variadas estrategias cooperativas, crecerán para ser adultos más capaces de entablar y mantener fuertes vínculos emocionales con otras personas.
“Debemos tener en cuenta que la manera principal en la nuestros hijos aprenden acerca de cualquier situación de la vida es a través del ejemplo, y esta no es una excepción. Los padres somos los primeros maestros de ellos y nuestras actitudes hablan por si solas. Cuidémonos de manejar nuestras situaciones conflictivas con actitudes asertivas”, explicó.
Aspectos a trabajar
Para que nuestros hijos sean capaces de encontrar soluciones satisfactorias para ambas partes cuando se enfrente a un conflicto, debemos:
-Evitar trasmitir que se trata de ganar al otro, si doblegamos a alguien sin que obtenga ninguna satisfacción a sus necesidades, no resolvemos el conflicto sino que probablemente generaremos otros muchos.
-La resolución de un conflicto pasa por la negociación y porque todas las partes vean cumplidos sus objetivos (por lo menos parcialmente) y salven la relación. Para ello es fundamental empatizar, vernos en el otro, entender su postura.
-Crear un clima comunicacional adecuado es básico para que todos tengamos la predisposición y actitud necesaria para afrontar con éxito el reto de solucionar nuestro conflicto. Nuestros hijos tienen que saber la importancia de escuchar y de expresarnos con sinceridad.
UN APUNTE
Un guión
Podemos proporcionar a nuestros hijos, un guión básico sobre cómo comunicar nuestro desacuerdo o descontento con una situación sin usar un lenguaje que predisponga a nuestro interlocutor:
1. Hablar de los hechos objetivamente.
2. Expresar cómo nos hemos sentido ante esa situación asumiendo la responsabilidad de nuestros sentimientos.
3. Expresar nuestras necesidades y escuchar las de la otra parte.
4. Consensuar con nuestro interlocutor la solución que resuelva el malestar.
5. Es muy importante fomentar la seguridad y autoestima.
