TAMPA, Florida.- Encaramado cerca del plato, con un bate de fungo en su mano, Aaron Boone ha pasado las últimas seis semanas deleitándose con los truenos que poseen los Yankees. El mayor elogio se ha acumulado sobreGary Sánchez, a quien el manager novato cree que pronto podría ser un candidato legítimo al JMV.
En el transcurso de una primavera en la que cada sesión de práctica de bateo de Aaron Judge y Giancarlo Stanton ha sido intensamente observada, a Sánchez se le ha permitido trabajar duro fuera del centro de atención. Al observar ese trabajo, Boone revisó cualquier idea preconcebida sobre su receptor titular, que jugará un papel integral en las posibilidades del equipo en 2018.
“No creo que sea una sorpresa, pero cualquiera de esas percepciones potenciales en mis ojos se han hecho añicos”, dijo Boone. “Continuaremos esperándolo y desafiándolo, y él nos desafiará. Es un jugador tan importante para nuestro equipo en muchas facetas. Sin duda le hemos expresado eso y creo que él lo comprende”.
Todo lo que los Yankees le piden a Sánchez es que pegue en el corazón de la alineación y maneje un equipo de pitcheo diverso a los 25 años, ingresando a lo que será su segunda temporada completa en Grandes Ligas.
