Hoy opto por hablarles de la posición del Presidente Medina respecto a la transnacional Falconbridge y a Loma Miranda.
Quiero hablarles de su silencio, de su evasión.
El pueblo emitió su decreto-ley declarando a Miranda parque nacional.
Casi todo el país se ha opuesto a la pretendida depredación a cargo de Falcondo.
La presión de abajo cercó las cúpulas y las dividió.
Y el presidente Danilo Medina, aun así, se hizo el loco.
Bastaba que él se hubiera decidido a apoyar ese clamor para que finiquitara la indefinición estatal. Él tiene poder para hacerlo dentro del gobierno y en el Comité Político del PLD.
Él y su entorno retardaron esa decisión en los Ministerios de Medio Ambiente y Minería, Palacio Nacional y Senado, jugando al gato y al ratón; llegando hasta a designar a Pelegrín Castillo como Ministro de Minería.
Él junto a Xstrata Niquel y las voraces transnacionales mineras. Junto a senadores y políticos vendidos. Junto al empresariado servil a las potencias capitalistas. Todos procurando defender el modelo depredador minero-energético transnacional.
Pero las cosas le han salido mal.
El contrapoder creado por el pueblo para defender Loma Miranda ha sido tan fuerte y persistente, que la Comisión del Senado encargada de dilatar el proyecto de ley aprobado por los diputados, finalmente ha tenido que favorecer que Miranda sea declarada Parque Nacional.
Una gran victoria popular, aunque ni definitiva ni consolidada.
El proyecto irá de nuevo a la Cámara Baja y si es aprobado y convertido en ley, ésta beberá ser promulgada, enmendada o vetada por Danilo.
Falconbridge y su senador aspiran al veto o a la mutilación. Otros legisladores y altos funcionarios, conjurados con Falcondo, están en eso. Vienen nuevas maniobras, muchas diabluras y hasta un recurso de inconstitucionalidad. ¡Alerta!
Sobre Danilo Medina va una carga pesada, cuasi mortal y esta vez le será imposible aferrarse a la evasión.
Su drama es que él sabe que después de la victoria popular en Miranda será difícil darle curso a la acariciada expansión minera transnacional, que amenaza toda la Cordillera Central, Sierra de Yamasá y los ríos fronterizos; sabe eso y teme a sus consecuencias en las metrópolis imperialistas, como en sentido inverso teme a la explosión de su burbuja de popularidad.
