El Nacional
La imposibilidad de arresto de algunos imputados y el no hallazgo del cuerpo del delito se han convertido en los principales escollos que enfrenta la Procuraduría General de la República para la presentación de cargos contra los acusados de la matanza de siete personas en Paya, Baní, el 4 de agosto del año pasado.

Una fuente informó esta mañana que en las próximas horas se producirán algunos arrestos, como parte de los preparativos del expediente que será llevado a los tribunales.

Sin embargo, el procurador adjunto Frank Soto, encargado de la Dirección de Persecución del Narcotráfico y Crímenes Complejos de la Procuraduría General de la República, dijo que por el momento no hay nada nuevo, pero no descartó que se presente alguna eventualidad en el transcurso del día.

El pasado fin de semana el Juzgado de la Instrucción de Peravia intimó al Ministerio Público para que presente la acusación contra el sobreviviente Orín Clinton Gómez, por haber vencido el plazo para el proceso investigativo.

El Tribunal tomó la decisión tras revisar de manera obligatoria la medida de coerción de prisión preventiva contra Gómez, quien resultó herido de de tres disparos.

El principal testigo de la masacre, ocurrida el 4 de agosto en el paraje Ojo de Agua, de Paya, en Baní, guarda prisión por trata de personas en la cárcel de Operaciones Especiales de la Policía, en Manoguayabo.

El juzgado de la Instrucción notificó a la Fiscalía de Baní y a la comisión investigadora del caso Paya, el 3 de este mes, que a partir de esa fecha tenían un plazo de diez días para presentar la acusación en contra del imputado, o de lo contrario se extinguiría la acción penal.

Según el primer informe de la comisión investigadora de las ejecuciones, Gómez reveló que el 2 de agosto partió junto a Enrique Martínez Gutiérrez (El Washy), Apolinar Altamirano Cuéllar y Geovanny Alejandro Bawie Duffis, desde la isla San Andrés, entre Colombia y Nicaragua, con destino a la costa sur de la República Dominicana.