¿100 millones en la LNB?
Al momento de escribir este artículo, los miembros del Comité Organizador de la Liga Nacional de Baloncesto daban los toques finales para dejar inaugurada la séptima versión de un evento que ha hecho de todo para ganarse a los fanáticos, que en su esencia proceden del Torneo del Distrito.

Aunque algunos se resistan a admitirlo, esa liga de baloncesto, la cual merece el respaldo de todos, nació con un aire de exclusión y de hecho, algunos de sus fundadores se atrevieron a decir que no creían en los clubes como elemento vinculante para el fortalecimiento y mantenimiento en el tiempo
de ese proyecto.

Nuevamente se repite la historia de que no debe escupirse hacia arriba, pues cuando el evento estuvo a punto de desaparecer por falta de apoyo, hubo que mover los juegos a las canchas de los clubes y hacer llegar boletas a los barrios populares.

El presidente de la Liga Nacional de Baloncesto, Pedro Mir, declaró al periódico “Hoy”’ que este torneo iba a mover nada más y nada menos que la astronómica cifra de 100 millones de pesos. Pero el año pasado, Rafael Uribe, el presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto, le admitió al periodista José Cáceres, que los torneos de baloncesto movían cerca de 100 millones de pesos. Estamos hablando de 200 millones de pesos y de paso, aseverando que sólo el torneo nacional pone a circular en dinero, el monto de todos nuestros torneos nacionales.

Aunque este país ha dado pasos trascendentales en materia de progreso infraestructural, todavía tenemos muchas carencias y metas incumplidas por falta de recursos, de manera pues, que la Federación de Baloncesto está en el deber de transparentar este “gran negocio” al cual yo no le veo un gran retorno.

Lo cierto es, que hablar de 200 millones de pesos no es un juego de niños y la Fedombal debe estar preparada para responder sin titubeos, como organismo rector, cual ha sido el manejo de esos recursos, cuando cualquier ciudadano, amparado en la Ley de Acceso a la Información Pública le solicite informaciones al respecto.

Ese evento ha entrado en una etapa en que por la gran cantidad de dinero que maneja, sus socios y la Fedombal tienen que actuar con sumo cuidado para evitar “un maco” que provoque un “corre-corre”. El año pasado advertí que la venta del equipo Los Titanes a un tal empresario venezolano de nombre Julio Ducharme, sin saber la procedencia de sus recursos y sin saber si realmente tenía la capacidad económica, era un desatino.

El tal empresario “soltó todo en banda” y ni Rafael Uribe ni los jefes de la LNB jamás volvieron a tocar el tema. El jefe de la Fedombal, el señor Rafael Uribe, ya nos tiene acostumbrados a manejarse en las tinieblas y a responder con el silencio.

Debemos apostar al éxito de ese gran evento que lucha por mantenerse, pero también exigir para que una parte de esos 200 millones de pesos, la Fedombal y los jefes de la LNB la hagan llegar a los clubes deportivos donde se practica baloncesto y de donde salen los atletas que hacen posible ese “gran negocio”.