En el 1994, el profesor Juan Bosch fue invitado al Show del Mediodía, que se produce por Color Visión. Al ser presentado por la entonces estrella de ese espacio, Zoila Luna, el Presidente Ad-Vitam del Partido de la Liberación Dominicana le dijo: “Tú eres una flor que habla.”
Con esta expresión propia de un artista, don Juan definía a la presentadora como una mujer hermosa, y que habla bien. Al otro día de esa participación de Bosch en el Show del Mediodía, coincidencialmente vimos a Zoila Luna en la emisora Radio Clarín, donde el PLD pasaba su espacio radial, y la oímos decir de viva voz el elogio que don Juan le había hecho. “Con una expresión así, puedo retirarme,” la oímos proclamar.
Pero años antes se rumoró que Zoila Luna dejaría el Show del Mediodía, donde ha hecho un nombre y ha crecido como presentadora. El productor del programa la Súper Tarde y colega en la animación de la comunicadora, Domingo Bautista, la entrevistó en esos días acerca del rumor, en su espacio.
“¿Es cierto que tú te vas del Show del Mediodía? Si tú te vas del Show del Mediodía, ¿qué será del Show del Mediodía? —le preguntó Domingo Bautista—. Para nosotros, que estábamos viendo la entrevista, la respuesta constituyó una lección sociológica:
“Si yo me voy del Show del Mediodía, el Show del Mediodía seguiría siendo el Show del Mediodía. El Show del Mediodía es el Show del Mediodía”.
Ella entendía muy bien que un programa como el Show del Mediodía, que llevaba más de dos décadas en el aire, era una institución, y por tanto forma parte de los hábitos y costumbres de la cotidianidad dominicana.
Si bien es cierto que, debido al retraso en nuestro desarrollo, en la historia dominicana los hombres han sustituido a las instituciones, también es verdad que cuando las instituciones se consolidan los hombres no pueden sustituirlas
En el país se han dado muchos casos de dirigentes políticos que logran un nivel de opinión pública y de nombradía o participan en hechos históricos en los cuales el pueblo ha tenido que fijarse, que terminan creyendo que el nombre que ostentan es el fruto de sus condiciones inherentes, y no de la organización que los ha sacado del anonimato y los ha colocado en primera página o en primer plano.
Entre los más trascendentes que han abandonado el PRD, figuran Juan Bosch, Jacobo Majluta y Hatuey Decamps. De ellos, solamente Juan Bosch triunfó en fundar un partido exitoso, y le costó casi tres décadas sin descansar ni de día ni de noche, pero ni la salida de Bosch impidió que el PRD siguiera siendo el PRD, como vaticinó Zoila Luna: El Show de Mediodía siguió siendo el Show del Mediodía, tras su salida.
