En el transcurso de este año, será convocado el Consejo Nacional de la Magistratura para seleccionar a los jueces que integrarán el alto tribunal por un periodo de siete años, como está contemplado en el acta levantada en la última sesión del organismo, donde fueron escogidos los actuales magistrados, encabezados por su presidente, doctor Mariano Germán Mejía.
La mayoría de los juzgadores que integran el más alto tribunal del país son miembros de la carrera judicial, pero terminan su periodo este año, aunque nada le impide repetir en el cargo, y solo cuatro no pueden ser sustituidos. Son ellos los magistrados Alexis Read, Moisés Ferrer, Blas Fernández y Pilar Jiménez de Ortiz, quienes fueron seleccionados recientemente.
El doctor Germán Mejía ha reiterado que no le interesa reelegirse y no aceptará ninguna propuesta en ese sentido. Se recuerda que el Presidente de la alta corte nunca aspiró al cargo, y hubo que rogarle para aceptar su postulación.
El magistrado Mejía dijo que tenía dinero para vivir el resto de su vida, y por consecuencia no necesitaba de ninguna función pública para subsistir. Creemos que nadie discute que el doctor Germán Mejía, es uno de los abogados más completos del país y es autor de varias obras de derecho, con una vida de docente por 32 años.
En los corrillos políticos y judiciales, se asegura que el doctor Jorge Subero Isa, volverá a presidir la Suprema Corte, por consenso de los integrantes del Consejo Nacional de la Magistratura, y el apoyo de la mayoría de las organizaciones de la sociedad civil.
Subero Isa fue presidente del alto tribunal durante 14 años, siendo el promotor de la primera gran reforma judicial en el país, y dejó su impronta como un buen gerente y un destacado conciliador, no permitiendo indelicadezas en el tren judicial.
Sin estar abierta la Escuela Nacional de la Judicatura, Subero Isa y los demás jueces que integraban la Suprema bajo su presidencia, realizaron una excelente y agotadora jornada, en la selección de los magistrados de los tribunales inferiores, mediante exámenes orales, formulando preguntas puntuales para medir los conocimientos de los aspirantes, y fueron muchos los que no pasaron las pruebas, y la mayoría de los escogidos aún permanecen en el Poder Judicial.
