Julio César Franco tenía un bate respetable.
Bateaba para los jardines izquierdo, derecho y el centro.
No le temía a ningún lanzador. No importaba su calidad.
Franco fue escogido, con justicia, para ser exaltado como miembro del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, en una ceremonia a celebrarse al mediodía del próximo 20 de octubre.
Julio César bateó en las ligas Mayores, Japón, Corea, México y en el béisbol invernal dominicano.
Se recuerda que ganó el título de bateo en l991 con promedio de .341, con los Rancheros de Texas, en las Grandes Ligas.
Fue en 1990 El Más Valioso del Juego de las Estrellas del béisbol de las Mayores.
26 temporadas
El extraordinario bateador, nativo de Hato Mayor, jugó 26 temporadas en las Grandes Ligas y conectó 2 mil 586 imparables. ¡Bárbaro!
Algo para resaltar de Franco es que es líder de hits de todos los tiempos de los peloteros dominicanos.
Comenzó su carrera el 23 de abril de 1982 como torpedero de los Filis de Filadelfia. Nació el 23 de agosto de 1958.
Fue en 1986 que se estableció en Grandes Ligas, cuando promedió .308, al disparar 183 indiscutibles, con 30 dobles, cinco triples y 10 cuadrangulares jugando para los Indios de Cleveland.
Un tolete
Vi jugando muchos años a Julio César Franco.
Era un tolete de bateador.
Era temible cuando se paraba en el plato, pues los lanzadores sabían que para él no había secretos.
Franco merece ser llevado al Salón de la Fama.
Tendré la oportunidad de darle un abrazo a ese gran amigo el día que sea inmortalizado.
Hasta mañana, si Dios quiere, dominicanos.
La innovación es lo que distingue a un líder de un seguidor.
Steve Jobs
Son muchas las manos y los corazones que contribuyen al éxito de una persona.
Walt Disney
