No me cansaré de insistir en la importancia de que se realice un plan de capacitación de monitores y entrenadores.
Eso tiene que ser una prioridad nacional. Y de urgencia.
No se puede esperar más.
El deporte nacional se ha convertido en una improvisación constante.
Nos levantamos por la mañana y determinamos que hay que hacer esto, o aquello y eso debe hacerse, pues es una determinación de los que dirigen el deporte.
Y eso es malo.
La planificación en toda parte del mundo es lo que da resultado al desarrollo del deporte.
Capacitación
Con ligeras excepciones y en ocasiones sin plan se hacen cursos de monitores y entrenadores.
Pero estos tienen una duración de un fin de semana.
Y eso es grave.
Los monitores y entrenadores tienen que ser sometidos a un riguroso programa de capacitación de dos o tres años.
Eso es lo que hacen otros países con sus técnicos.
Aquí, los monitores y entrenadores son trabajadores incansables, pero en un 90 por ciento su capacidad técnica deja mucho que desear.
Reciben poco sueldo y sus dirigentes no hacen gestiones para que puedan capacitarse.
Los técnicos quisieran, pero no pueden.
Los técnicos trabajan enseñando a los atletas, pero no deben cargar con el peso de preparar los cursos para capacitarse.
Son cosas que sólo se ven en la República Dominicana.
Hasta mañana, si Dios quiere, dominicanos.
