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Tierra de  gigantes

Tierra de  gigantes

¿Cómo desapareció la mega-humanidad? La antropología carece de respuestas y las descripciones de ogros de los cuentos de hadas, una parodia fantástica tomada de la realidad.

Colosos vencidos

Los hallazgos de esqueletos de humanos enormes son particularmente numerosos en Estados Unidos, cuando a mediados del siglo XVIII los primeros colonos blancos se adentraron más allá de los montes Apalaches.

Allí encontraron en la zona cientos de montículos artificiales, algunos de un tamaño descomunal. Los primitivos habitantes de la zona, los indios Delaware, decían que eran anteriores a la llegada de los llamados indios piel roja.

Cuando se excavaron estos montículos salieron a la luz unos asombrosos restos humanos. Igual en la época precolombina, en tierra de los aztecas, mayas e incas, y en los actuales territorios de Brasil, Argentina y Chile.

En 1829, cerca de Chesterville,Canadá, se halló el esqueleto de un gigante  que un hombre podía introducir su cabeza dentro del cráneo con facilidad.

En diciembre de 1870, bajo un enorme montículo de Brush Creek (Georgia) se descubrieron huesos de hombres y mujeres de hasta 4,75 metros de altura, junto con una gran piedra grabada con extraños caracteres.

En 1872, en Séneca (Carolina), se encontraron trescientos esqueletos de 4,50 metros de altura. En 1883, cerca de Mandan, en Dakota, se descubrió un enorme cementerio que contenía los restos de cientos de gigantes por encima de los 4 metros.

El zoólogo Ivan T. Sanderson contaba que un ingeniero le había enviado una carta relatándole que durante la II Guerra Mundial, mientras su compañía levantaba el terreno para construir un aeropuerto en la isla de Shemya (Alaska), había encontrado un enorme cráneo de 60 centímetros, lo que correspondería a una talla de 5,6 metros.

En 1543, Juan de Olmos, el gobernador de Puerto Viejo, ordenó excavar en la zona y se encontraron “unos huesos tan grandes que, si no hubieran aparecido también los cráneos, resultaría imposible creer que pertenecieran a seres humanos”.

Tal vez Magallanes tropezó con los últimos individuos de esta raza.

En junio de 1520, cuando su flota ancló en Puerto San Julián, en Argentina, el explorador estuvo cara a cara con unos gigantes de 4,3 metros que llamó patagonios porque llevaban mocasines de cuero, con los que sus pies parecían “patas”.

En 1962, cerca de Punta Arenas, Chile, Hueichatureo Chicuy halló al excavar un montículo una enorme tibia humana.

Su propietario debió de tener una estatura aproximada de 6 metros. Si en el trasfondo de toda leyenda subyace siempre un hecho real, los defensores de la existencia de esta gigantesca raza la consideran avalada por el hallazgo de numerosos restos humanos de un tamaño descomunal en todos los rincones del planeta.

Se extinguieron, quizás vencidos por su propio peso o por humanos de menor talla, más ágiles y quizás más inteligentes, una cuestión de materia gris contra fuerza bruta.

El punto es que los hallazgos son innumerables, al menos 100 mil osamentas de verdaderos colosos, pero los museos del mundo no exhiben ningún espécimen. ¿Por qué?

La India

Una reciente actividad de exploración en la región Norte de la India, descubrió los restos de un esqueleto de talla fenomenal.  El descubrimiento lo hizo un equipo del National Geographic (División India) con el apoyo del ejército, porque el área es zona militar.

El equipo de exploración encontró también tablillas con inscripciones que declaraban que nuestros Dioses de la tradición mitológica (Brahma) habían creado gente de tamaño colosal. Eran altos, fuertes y poderosas, como para que, poniendo los brazos en torno al tronco de un árbol, pudieran arrancarlo de raíz.

El Nacional

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